La Comunidad Autónoma de Cantabria contará durante el invierno 2025-2026 con un robusto dispositivo compuesto por 46 máquinas quitanieves, más de 16.000 toneladas de fundentes y más de 300 personas movilizadas para hacer frente a las nevadas y otras situaciones meteorológicas adversas que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado. Esta información fue detallada este martes por el delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, en la presentación oficial del Plan de Vialidad Invernal, acompañado por representantes de la Demarcación de Carreteras, la Jefatura Provincial de Tráfico y la Guardia Civil.
El Plan, aprobado recientemente por la Comisión de Vialidad Invernal de Cantabria, tiene como finalidad principal garantizar la seguridad vial y asegurar la continuidad de la circulación en las vías estatales ante eventos adversos como nevadas o heladas. Para ello, Casares destacó la importancia de la coordinación entre todos los organismos y servicios públicos implicados, con el objetivo común de minimizar la afectación a la movilidad y, en consecuencia, a la vida diaria de los ciudadanos cántabros.
En el operativo participan alrededor de 130 trabajadores de la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria, 180 agentes del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, el personal de la Jefatura Provincial de Tráfico y de los Centros de Gestión de Tráfico del Norte y Noroeste-Cantábrico, además de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la Unidad de Protección Civil y Emergencias, así como la colaboración del Gobierno de Cantabria a través de varias direcciones generales y el servicio SEMCA.
En cuanto a los medios técnicos, la infraestructura incluye 42 quitanieves de empuje y cuatro dinámicas, más de 16.000 toneladas de fundentes almacenadas entre depósitos y silos, y 822.000 litros de salmuera distribuidos en depósitos y plantas de producción. También dispone de seis aspersores de salmuera instalados en viaductos clave para mitigar los efectos de los temporales.
El dispositivo cubrirá 256 kilómetros de autovías y 343 kilómetros de carreteras convencionales, entre ellas vías esenciales como la A-67, A-8, S-10, S-20, S-30, y carreteras nacionales como la N-611, N-621, N-623, N-629, N-634, N-635 y N-636. La activación de los recursos se realizará conforme a las fases de alerta decretadas por la AEMET, que utiliza un código cromático para informar sobre el nivel de riesgo.
Además, el Plan prevé acciones preventivas como cortes de tráfico para evitar bloqueos, puntos de estacionamiento para casos de emergencia y la activación de puestos de mando avanzados para una respuesta coordinada y ágil. Las autoridades recuerdan que, en la autovía A-67, el paso estará restringido a vehículos con neumáticos de invierno cuando haya nieve, y quedan prohibidos aquellos que solo lleven cadenas.
El Plan incluye también protocolos con ADIF y Renfe para garantizar la continuidad del transporte ferroviario, especialmente en las líneas que conectan Cantabria con la Meseta y el corredor Bilbao-León, garantizando así la movilidad integral durante la temporada invernal.