El Gobierno de Cantabria, representado por la consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, junto a las principales organizaciones agrarias, cooperativas, federaciones de razas cárnicas y la Asociación de Productores de Cantabria (AFCA), han manifestado su rechazo unánime a la propuesta presentada por la Comisión Europea para el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2034 de la Política Agraria Común (PAC). Esta declaración conjunta, firmada y remitida al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, destaca que la propuesta es “regresiva, insuficiente y perjudicial” para el medio rural cántabro, ya que contempla un recorte presupuestario significativo que pone en riesgo el futuro de la agricultura y la ganadería en la comunidad.
María Jesús Susinos detalló que la PAC vigente cuenta con un presupuesto de 387.000 millones de euros, mientras que la propuesta europea reduce esta cifra a un mínimo garantizado de 300.000 millones, lo que supondría para Cantabria una pérdida estimada entre el 15 y el 22% de los fondos, equivalente a hasta 72 millones de euros en todo el periodo, sin considerar la inflación. La consejera calificó esta reducción como “totalmente inasumible” y advirtió que impactará directamente en los ingresos de agricultores y ganaderos, amenazando la viabilidad económica y social del sector primario.
En la declaración conjunta, se rechazó el modelo basado en “Planes País”, que podría fragmentar la política agraria común con normas y recursos desiguales entre los Estados miembros según sus capacidades financieras, rompiendo la cohesión del mercado europeo y poniendo en peligro el principio de solidaridad. Además, la consejera Susinos subrayó que la propuesta de ayuda decreciente por superficie supone “un ataque directo al modelo de agricultor profesional”, que en Cantabria afectaría a más de un centenar de beneficiarios, agravando así la situación de un sector ya de por sí vulnerable.
Finalmente, se enfatizó la necesidad de que España incluya la participación activa de Cantabria en el diseño de la nueva PAC, defendiendo una política agraria “justa, sólida, sostenible y que se adapte a la realidad territorial”. El Gobierno cántabro reclama que se mantenga el presupuesto, se fortalezca el relevo generacional, se garanticen precios justos en la cadena alimentaria y se proteja al agricultor profesional, asegurando que la futura PAC reconozca el valor estratégico de la agricultura y la ganadería para la comunidad y para toda Europa.