El Sector UGT-Sanidad ha denunciado con contundencia la decisión del Servicio Cántabro de Salud (SCS) de derivar parte del servicio de mamografías a la sanidad privada, alegando falta de personal y recursos propios. Esta medida se adopta mientras casi 3.900 mujeres en la comunidad esperan los resultados de sus pruebas, lo que, según el sindicato, agrava una situación ya crítica de precariedad laboral y afecta directamente a la calidad de la atención sanitaria. El sindicato ha reclamado un refuerzo urgente del servicio público para que las mujeres reciban sus diagnósticos lo antes posible, especialmente en aquellos casos en que puedan precisar un tratamiento inmediato.
Desde UGT-Sanidad critican además la postura del consejero de Salud, César Pascual, quien ha rechazado la ampliación de plazas MIR argumentando un supuesto excedente de médicos, mientras en la práctica la falta de permisos y la no cobertura de bajas por incapacidad temporal obstaculizan la atención en servicios esenciales como urgencias. El sindicato considera que esta contradicción refleja un problema estructural que dificulta la consolidación de los trabajadores y perpetúa la alta temporalidad en el sector. Para informar sobre esta situación y definir estrategias conjuntas, UGT ha convocado a todos los profesionales del sector a una asamblea prevista para el próximo 22 de octubre en Santander, con el fin de presionar para que se inviertan más recursos y se garantice una sanidad pública fuerte y accesible para toda la ciudadanía de Cantabria.