Las asociaciones memorialistas de Cantabria, entre ellas el Colectivo Memoria de Laredo, Archivo, Guerra y Exilio (AGE) y Héroes de la República y la Libertad, han organizado la ‘Semana de Cine y Memoria en Cantabria’, que se desarrollará del 7 al 10 de octubre en varias salas de la comunidad. La película protagonista será el documental ‘Flores bajo el hielo’, dirigido por Marco Potyomkin y centrado en la memoria histórica y los derechos humanos desde la perspectiva femenina. La producción, que abarca del año 1936 hasta 1977, podrá verse en los cines Embajadores de Santander (martes 7), el Teatro Principal de Reinosa (miércoles 8), la Casa de Cultura de Laredo (jueves 9) y el Centro Cultural La Residencia de Castro Urdiales (viernes 10).
Destaca que en la sesión de Laredo estará presente el director Marco Potyomkin, quien participará en una charla-coloquio tras la proyección, prevista para las 18:00 horas. Este documental, estrenado el pasado verano en festivales de México y Colombia, ha sido proyectado en países como Paraguay, Cuba y Chile, donde fue reconocido con el Premio Salvador Allende en el Festival de Derechos Humanos de Valparaíso. La iniciativa pretende no solo rescatar y honrar las memorias de aquellas mujeres protagonistas, sino también promover el debate y reflexión sobre los derechos humanos, la memoria y la justicia social en Cantabria y a nivel internacional.
Con esta programación, las asociaciones memorialistas buscan acercar al público la importancia de la memoria histórica y los valores que fundamentan la dignidad humana, a través del cine y actividades complementarias que favorecen la participación y el diálogo. Este ciclo audiovisual se suma a otros eventos culturales que dan vida a espacios de encuentro e intercambio, enriqueciendo la oferta cultural de la comunidad y promoviendo la conciencia crítica en torno a una etapa crucial de la historia reciente.
La ‘Semana de Cine y Memoria’ se presenta como una oportunidad para que vecinos, estudiantes, investigadores y público en general puedan acercarse a realidades pasadas muchas veces ocultas, destacando el papel de las mujeres y el impacto de la guerra y el exilio en la construcción de la sociedad actual. Además, contribuye a mantener viva una memoria colectiva que es esencial para afrontar con responsabilidad los desafíos actuales de convivencia y respeto a los derechos fundamentales.