Durante la sesión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas en el Senado, el senador cántabro Íñigo Fernández aseguró este martes que “la investidura de Sánchez se está pagando muy caro, y ahora empezamos a hacerlo con nuestro dinero”. Fernández argumentó que el presidente del Gobierno adquirió los votos necesarios para mantenerse en el poder “con nuestro dinero”, advirtiendo que esta apuesta va a costar cerca de 500 euros a cada ciudadano de Cantabria. El político popular recordó a los socialistas que las deudas “no se quitan, se pagan, y quienes las pagan somos nosotros”.
Según expuso Fernández, a cada cántabro le han reducido 1.370 euros de la deuda autonómica, pero al mismo tiempo se le asignan 1.830 euros de la deuda nacional. La diferencia implica que cada ciudadano de Cantabria carga con un aumento neto de 460 euros, resultado que tildó de “maniobra” para comprar votos, una acción que calificó de “inmoral”. El senador señaló con contundencia que esta situación refleja un “desprecio absoluto” hacia los intereses de Cantabria, en especial tras la alianza del Gobierno con partidos como Esquerra Republicana, con quienes se negociaron quitas de deuda y transferencias que benefician exclusivamente a ciertas comunidades, aumentando la carga para otras.
Además, Fernández reprochó a sus homólogos socialistas que votaran en contra de las cinco resoluciones aprobadas en el Parlamento de Cantabria que condenaban el procedimiento aplicado para la quita de la deuda. Citó fechas de dichas resoluciones para evidenciar el apoyo mayoritario a la denuncia de esta política: “Mientras Sánchez compra votos en Cataluña, los socialistas venden a los cántabros”. El senador definió estos pactos como un “alto coste económico y una pérdida de dignidad nacional” y urgió a que las instituciones cántabras defiendan con firmeza sus intereses frente a lo que consideró “una traición a la región”.
La intervención de Fernández puso sobre la mesa la inquietud de muchas voces políticas y sociales de Cantabria, que consideran que las negociaciones para mantener a Sánchez en el poder están hipotecando el futuro financiero y político de la comunidad. También insistió en la necesidad de reclamar un modelo de financiación autonómica justo y participado, que escuche a todas las regiones y no solo a determinados partidos, y criticó la falta de transparencia y consenso en las decisiones que afectan a la autonomía cántabra.
En conclusión, el senador Íñigo Fernández lanzó un claro mensaje de advertencia sobre las consecuencias de los pactos políticos más allá de las urnas y reclamó responsabilidad y respeto a Cantabria en cualquier acuerdo vinculante, defendiendo que los costes derivados no recaigan sobre los ciudadanos. La polémica declaración añade tensión a un debate que seguirá siendo clave en los próximos meses, con Cantabria vigilante frente a cualquier modificación legislativa o financiera que afecte su estabilidad y derechos.