El delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, ha trasladado este miércoles el compromiso «firme» del Ejecutivo central con el estudio informativo del corredor Cantábrico-Mediterráneo en su tramo Bilbao-Santander, tras las críticas de la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, que advirtió de que «no se conformará» con solo un tercio del proyecto.
Casares aclaró que el Ministerio de Transportes no ha descartado ningún tramo, sino que está analizando la viabilidad de dividir el estudio en tres secciones —Bilbao-Castro Urdiales, Castro Urdiales-Laredo y Laredo-Santander— para «priorizar la ejecución por fases» y garantizar la rentabilidad de una obra que requerirá una inversión millonaria y años de desarrollo.
«El objetivo es actuar con rigor: empezar por el tramo más viable en términos sociales, económicos y ambientales», explicó el delegado, quien subrayó que esta metodología permitirá optimizar recursos y asegurar que el proyecto final sea «competitivo» para viajeros y mercancías.
Casares detalló que el estudio, aún en curso, ya ha completado una primera fase con dos alternativas técnicas —valoradas en 2.400 y 2.900 millones— y avanza ahora en un análisis más pormenorizado. «No hay plazos cerrados, pero se trabaja para que sean los mejores posibles», añadió, destacando mejoras incorporadas como la reubicación de la estación de Castro Urdiales para mayor accesibilidad.
Sobre el intento fallido de Buruaga de contactar con el ministro Óscar Puente, Casares restó hierro al asunto: «Las relaciones son fluidas; el ministro estaba fuera del país». Y cuestionó las críticas de la presidenta: «Aventurarse a hablar de incumplimientos sin dialogar no contribuye al proyecto».
El delegado cerró con un mensaje de tranquilidad: «Este Gobierno no renuncia a nada; al contrario, divide para vencer mejor».