“Tras décadas de descentralización sanitaria, toca ahora preguntarse si el modelo sanitario español ha alcanzado su madurez o si permanece instalado en una especie de adolescencia institucional prolongada”. Con esta reflexión, el consejero de Salud de Cantabria, César Pascual, ha inaugurado el Encuentro sobre Políticas Sanitarias y Estado de las Autonomías en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), un foro que pretende poner sobre la mesa las virtudes y las grietas de un sistema que fue pionero, pero que, a su juicio, corre el riesgo de convertirse en “reliquia”.
Pascual ha descrito el momento como “decisivo”. El modelo que durante años dio impulso a la autonomía territorial y permitió adaptaciones innovadoras, empieza a mostrar signos de fatiga: “No da más de sí”, ha dicho, reclamando una revisión profunda de cómo se hace política sanitaria en un país que funciona, en la práctica, con 17 sistemas distintos.
El encuentro de Santander aspira a ser mucho más que un seminario académico: busca convertirse en un espacio de diálogo incómodo pero necesario. “Lo que más necesita nuestro sistema es incomodidad constructiva”, ha insistido el consejero, convencido de que solo a partir de la crítica valiente puede sostenerse un sistema que garantice equidad, calidad y sostenibilidad.
Autonomía y fragmentación
La descentralización, ha reconocido Pascual, ha dado a las comunidades capacidad de decisión, pero también ha generado desigualdades territoriales, velocidades distintas y duplicidades costosas. “La política sanitaria se ha hecho más plural, pero también más fragmentada”, ha señalado, recordando que el Consejo Territorial se ha convertido demasiadas veces en “ritual”, donde la fotografía pesa más que el acuerdo y donde la política tapa a la técnica.
La primera jornada del encuentro ha reunido a consejeros, gestores y expertos para abrir un debate que huye de soluciones mágicas y propone una conversación honesta. El exsenador y médico Rubén Moreno ha impartido la conferencia inaugural, centrada en los retos de la política sanitaria en un estado descentralizado.
Posteriormente, consejeros de Baleares y Canarias, Manuela García y Esther Monzón, han intervenido en una mesa sobre las relaciones entre comunidades y Gobierno central. Por la tarde, la sostenibilidad de los sistemas sanitarios ocupará el debate, con la participación de los titulares de Sanidad de Aragón, País Vasco y Murcia.
Una agenda cargada de debates
El programa continuará mañana con tres mesas redondas. La primera, sobre el desafío de los recursos humanos, reunirá a los responsables del área en Cantabria, Castilla-La Mancha y Cataluña. Después, varios consejeros autonómicos debatirán sobre el futuro del Consejo Interterritorial de Salud.
Ya en la sesión vespertina, se abordará la dicotomía entre “transformación y reforma”, con los gerentes de los servicios de salud de Cantabria, Andalucía y La Rioja.
El viernes, la cita se cerrará con una mesa crítica protagonizada por exconsejeros de Navarra, Cantabria y Galicia, y con la intervención del consultor Ignacio Riesgo, que analizará la crisis del sistema británico (NHS) como espejo de aprendizajes para España.
Mirar de frente al futuro
“Es hora de sacudir inercias y de ser valientes”, ha resumido Pascual. Y es que, en su opinión, España tiene un sistema sanitario con una enorme riqueza de experiencias y con profesionales comprometidos, pero que necesita replantear sus cimientos para seguir siendo universal, sostenible y justo.
El reto, ha concluido, es pasar de la comodidad de lo conocido a la incomodidad de lo necesario.