Eugenia Gómez de Diego, delegada del Gobierno en Cantabria, dejó entrever su salida del cargo durante su intervención en el acto institucional celebrado este lunes en Puente San Miguel. Aunque no lo dijo de forma explícita, dos frases durante su discurso bastaron para sembrar la duda: una al referirse en pasado a su etapa en el cargo y otra al finalizar con un solemne “las personas pasan; las instituciones permanecen”.
Pocas horas después, fuentes del Gobierno central confirmaban que el Consejo de Ministros estudiará este martes su relevo, un movimiento que se da por hecho en el seno del PSOE cántabro y que responde a la reconfiguración interna del partido tras la llegada de Pedro Casares al liderazgo autonómico. Gómez de Diego, muy próxima al anterior secretario general Pablo Zuloaga, había quedado en un segundo plano tras la renovación de la Ejecutiva federal y fue apartada hace unas semanas de ese órgano, siendo sustituida por Carmen Fernández, militante afín al nuevo líder socialista en Cantabria.
Gómez de Diego asumió el cargo en diciembre de 2023, dejando entonces su escaño en el Parlamento regional para tomar el relevo de Ainoa Quiñones, hoy portavoz del PSOE cántabro. La que parece haber sido su última intervención como representante del Gobierno de España en la comunidad no fue un discurso al uso. No hubo cifras de inversión estatal ni anuncios, sino una apelación emotiva a los valores democráticos, la convivencia y el compromiso social.
En un recorrido que fue desde la Prehistoria hasta los conflictos actuales en Gaza y Ucrania, la delegada invocó a la antropóloga Margaret Mead para explicar que la civilización comenzó cuando alguien ayudó a otro a curarse de una fractura. Ese fue, según dijo, el punto de partida de su reflexión: “Ayudar y cuidar a quien lo necesita es el origen de la civilización”.
Criticó con dureza a la ultraderecha, a la que acusó de sembrar odio: “Para ellos, el inmigrante es el nuevo judío”, lamentó. Y añadió que “la crisis real no es la migratoria, sino la moral”, insistiendo en que la patria “no se lleva en la pulsera ni en la cartera, se construye con hechos”.
También abordó el drama del suicidio, una de las cuestiones que —confesó— más le ha marcado durante su gestión: “Cada intento, cada pérdida, ha sido una bofetada”, expresó con emoción. Reivindicó el papel de las instituciones en la protección de las personas más vulnerables y defendió la importancia del Estado del Bienestar para ofrecer oportunidades reales a quienes parten desde posiciones desfavorables.
Gómez de Diego cerró su intervención agradeciendo el trabajo de sus colaboradores y destacando la labor de la Policía Nacional y la Guardia Civil, a quienes atribuyó buena parte de que Cantabria sea “una de las comunidades más seguras del mundo”.
El acto del Día de las Instituciones, que conmemora la reunión de la Asamblea de Cantabria en 1778, sirvió este año como escenario inesperado de un adiós no oficial. Con una trayectoria política iniciada hace décadas, Eugenia Gómez de Diego ha sido concejala en Santander, candidata a la Alcaldía, directora general, consejera y diputada autonómica. Todo apunta a que en las próximas horas pondrá fin a su etapa al frente de la Delegación del Gobierno, tras un año y siete meses en el cargo.