El fútbol se mostró especialmente cruel con la U.M. Escobedo este domingo. Los de Camargo estuvieron a punto de culminar una remontada épica en Barbastro, tras igualar la eliminatoria con dos goles de Saza. Pero en el minuto 93, cuando todo apuntaba a una tanda de penaltis para decidir el futuro de ambos equipos, un tanto de Nico sentenció la temporada y el destino: 1-2 final y descenso del Escobedo a Tercera RFEF.
Tras el 0-2 encajado en casa en la ida, el reto era mayúsculo. Sin embargo, los de Pablo Casar no se arrugaron y se mantuvieron sólidos en un primer tiempo muy igualado y sin apenas ocasiones claras. Con 0-0 al descanso, el conjunto cántabro sabía que debía arriesgar en la segunda mitad.
Saza, el héroe que rozó la hazaña
Los cambios desde el banquillo funcionaron. En el minuto 70, Saza aprovechó un balón suelto en el área para adelantar al Escobedo (0-1) y devolver la esperanza. El equipo creció con el tanto y mantuvo la intensidad. A cinco del final, Izam sirvió un centro desde la izquierda que el propio Saza remató en el primer palo para hacer el 0-2. Era el empate global. Todo indicaba que la eliminatoria se decidiría desde los once metros.
Pero entonces llegó el mazazo. Cuando el cronómetro marcaba el 93, Nico cazó una ocasión para los locales y anotó el 1-2 que hundía las ilusiones de los visitantes. El Barbastro incluso dispuso de un penalti poco después, pero Laro detuvo la pena máxima, manteniendo vivo un hilo de esperanza que ya no volvería a encenderse.
Final amargo para el Escobedo
Con ese tanto en el descuento, el Barbastro selló su permanencia en Segunda RFEF y condenó al Escobedo al descenso. Un desenlace devastador para un equipo que peleó hasta el final y estuvo a escasos minutos de forzar la lotería de los penaltis. La afición camarguesa, pese al dolor, puede estar orgullosa del carácter y la entrega de los suyos.
Ahora, el Escobedo deberá rehacerse y preparar una nueva etapa en Tercera, con la firme intención de volver a la categoría perdida.