La consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación de Cantabria, María Jesús Susinos, ha mantenido una reunión con Santiago Palazuelos, secretario de la asociación Simientes Infinitas, para explorar la viabilidad de un proyecto centrado en la conservación del patrimonio hortofrutícola de la comunidad. La iniciativa se basa en la creación de un banco de semillas que salvaguarde las variedades autóctonas y, al mismo tiempo, fomente la investigación y el desarrollo en el sector agroalimentario de Cantabria a través de la creación de un agrohub, un espacio colaborativo de innovación científica, tecnológica y educativa.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Consejería, el Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) y técnicos especializados, busca formar grupos de trabajo que favorezcan la investigación en el campo hortofrutícola. Palazuelos destacó la importancia de la conservación de las variedades locales, especialmente las más tradicionales, que son fundamentales para mantener la biodiversidad y los sabores que han caracterizado a Cantabria durante generaciones. En particular, la asociación pone énfasis en el cultivo del tomate, con más de 2.000 variedades antiguas que podrían contribuir al desarrollo del sector agroecológico de la comunidad.
«Es esencial no perder el inmenso patrimonio hortofrutícola que tenemos en Cantabria. Queremos preservar los sabores tradicionales, y el tomate, que es nuestra principal fortaleza, es clave en este esfuerzo. Con más de 2.000 variedades antiguas, nuestro objetivo es impulsar un sector agroecológico que apueste por la calidad y la sostenibilidad», explicó Palazuelos.
Por su parte, la consejera María Jesús Susinos se comprometió a estudiar el proyecto y subrayó la importancia de poner en valor los productos hortofrutícolas de Cantabria, que se distinguen por su calidad y variedad. «Los productos hortofrutícolas cántabros son únicos y están respaldados por la dedicación de nuestros productores, en su mayoría pequeños agricultores que cultivan sus huertas con gran esmero», afirmó Susinos, quien también recalcó el apoyo del CIFA en la investigación de nuevas variedades, como el tomate.
Además, la consejera recordó que la marca Calidad Controlada (CC) Tomate de Cantabria es el resultado de años de trabajo e investigación en el CIFA. Este organismo, que también alberga un valioso banco de germoplasma, realiza catas y desarrolla programas experimentales en sus invernaderos, contribuyendo al avance de la horticultura en la comunidad autónoma.
El compromiso del Gobierno de Cantabria con la horticultura se materializa a través de iniciativas como esta, que buscan no solo preservar el patrimonio agrícola de la comunidad, sino también impulsar un modelo sostenible y de calidad que favorezca a los productores locales y potencie la competitividad del sector agroalimentario.