El Racing de Santander volvió a la senda del triunfo en El Sardinero tras imponerse con claridad por 2-0 al Real Zaragoza en un partido donde los cántabros mostraron mayor solidez y efectividad. Con esta victoria, los verdiblancos mantienen su fortaleza como locales y alejan las dudas que habían surgido tras la derrota en Miranda. El Zaragoza, por su parte, sigue sin levantar cabeza y se hunde aún más en la zona baja de la clasificación.
Primera parte de dominio racinguista
Desde el pitido inicial, el Racing dejó claras sus intenciones. Con una afición volcada y un estadio lleno hasta la bandera, los locales tomaron el control del partido, llevando el peso de la posesión y generando las primeras aproximaciones al área rival. Aldasoro fue el primero en probar suerte con un disparo que atrapó sin problemas Poussin, mientras que Vicente estuvo a punto de abrir el marcador en el minuto 16 con un tiro que salió rozando el palo.
El Zaragoza, necesitado de puntos y con Gabi recién estrenado en el banquillo, intentó contener el empuje local, pero no tardó en encontrarse con dificultades. En el minuto 30, el partido se calentó con una doble amonestación para Javi Castro y Calero. Cinco minutos después, llegó una jugada clave: penalti a favor del Racing tras una falta de Calero sobre Javi Castro. El defensa aragonés vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez. Sin embargo, Andrés falló la pena máxima y el Racing desperdició una oportunidad de oro para adelantarse.
A pesar de la superioridad numérica, el equipo de José Alberto no pudo romper la igualdad antes del descanso, marchándose al vestuario con la sensación de que el gol era cuestión de tiempo.
La pegada del Racing decide el partido
El segundo tiempo comenzó con cambios en el Zaragoza, intentando Gabi recomponer el equipo con la entrada de Bazdar y Liso. Sin embargo, la resistencia visitante duró poco. En el minuto 47, Pablo Rodríguez aprovechó un centro medido para rematar de cabeza en el segundo palo y poner el 1-0 en el marcador. El gol desató la euforia en El Sardinero y permitió al Racing jugar con mayor tranquilidad.
El Zaragoza intentó reaccionar con alguna aproximación tímida, pero sin generar verdadero peligro. En el minuto 68, una contra letal terminó con un error de Jair que Andrés no desaprovechó para firmar el 2-0 definitivo. El delantero andaluz, que había fallado el penalti en la primera mitad, se resarció con un gol que sentenció el encuentro.
De ahí en adelante, el Racing controló el juego con los cambios oportunos de José Alberto, dando entrada a Meseguer, Vencedor y Rober para reforzar el centro del campo. El Zaragoza tuvo un pequeño atisbo de esperanza en el minuto 79 con un gol anulado tras un fallo de Ezkieta, pero la decisión arbitral mantuvo la ventaja cántabra.
Los últimos minutos transcurrieron sin sobresaltos para el Racing, más allá de una amarilla para Guti en el 88’. El árbitro añadió cinco minutos, pero el resultado no se movió y la afición celebró una victoria clave para mantener al equipo en la pelea por los puestos altos.
Un Racing sólido y un Zaragoza en caída libre
El Racing sigue demostrando su fiabilidad en casa y, con este triunfo, vuelve a consolidarse como un equipo difícil de batir en El Sardinero. Con la solidez defensiva y la efectividad de sus atacantes, los de José Alberto suman tres puntos vitales en su objetivo de seguir escalando posiciones.
Para el Zaragoza, la situación es alarmante. Con Gabi en el banquillo, el equipo sigue sin reacción y la zona de descenso acecha peligrosamente. La necesidad de puntos es urgente, y la derrota en Santander no hace más que agravar la crisis de un equipo que necesita cambios radicales para revertir su mala dinámica.














