La Guardia Civil de Cantabria ha instruido diligencias contra una mujer de 33 años, quien ha sido investigada como presunta autora de un delito de estafa cometido sobre una persona con discapacidad. Según la investigación, en tan solo dos meses, la sospechosa logró realizar extracciones bancarias de 1.000 y 3.000 euros de la cuenta de la víctima, además de realizar compras con su tarjeta bancaria, todo ello mediante engaños y abuso de confianza.
La investigación se inició en marzo de este año, cuando un familiar de la víctima se percató de los movimientos bancarios inusuales que se habían registrado a principios de 2022. Estos movimientos de dinero resultaban extraños, ya que no correspondían con el comportamiento habitual de la persona afectada. A partir de ahí, la Guardia Civil comenzó a investigar el caso, que llevó a esclarecer que, a finales de 2021, la víctima, residente en una localidad próxima a Santander, entabló amistad con una mujer residente en el municipio de Selaya.
A comienzos de 2022, la acusada comenzó a aprovecharse de la confianza ganada, alegando necesitar dinero y consiguiendo que la víctima le entregara diversas cantidades de dinero. Posteriormente, con la tarjeta bancaria de la víctima, la mujer realizó cuatro extracciones de 3.000 euros cada una, además de varias otras por importes de 1.000 euros. También se realizaron compras con la tarjeta de crédito de la víctima, aumentando así el monto total de la estafa.
Tras localizar a la presunta autora de los hechos, la Guardia Civil de Cantabria le instruyó diligencias el pasado jueves en calidad de investigada por el delito de estafa.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que la acusada está implicada en hechos de esta índole. En mayo de 2023, la mujer ya había sido detenida por un supuesto delito de estafa cometido contra un hombre de 67 años, al que consiguió que le entregara un total de 9.450 euros mediante engaños. Además, también el año pasado fue investigada por otro caso de estafa relacionado con la venta de un vehículo que prometió traer de Alemania. La víctima, tras solicitar un préstamo de 12.000 euros, realizó dos transferencias de 6.000 euros, pero nunca recibió el coche ni recuperó el dinero.
La Guardia Civil continúa con sus investigaciones en este caso, que pone de manifiesto una vez más los riesgos de abusos hacia personas vulnerables y la importancia de las medidas de prevención frente a fraudes de este tipo.