El Grupo Municipal Regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha anunciado su intención de que la ciudad se postule para convertirse en la Ciudad Europea de la Cultura 2031, una meta que ya intentó alcanzar en 2016. La propuesta, que será presentada en el próximo Pleno, fue registrada por el portavoz del PRC, Felipe Piña, quien propone la creación de una “comisión institucional” que incluya a responsables de los grupos municipales, el Gobierno de Cantabria y representantes de la sociedad civil y el sector económico de Santander. El objetivo de esta comisión será desarrollar un plan de actuaciones que posicione a Santander como la mejor candidata para obtener este título.
Piña ha destacado que esta iniciativa busca un enfoque colaborativo, tendiendo la mano al equipo de Gobierno para que, mediante el diálogo y el trabajo conjunto, se logre presentar la candidatura más sólida posible. “La alcaldesa ha manifestado en varias ocasiones su deseo de hacer de Santander un referente cultural en España, y ahora tiene una gran oportunidad para lograrlo”, ha afirmado Piña en un comunicado.
El proceso de selección para la Ciudad Europea de la Cultura 2031 ya ha comenzado, con el Ministerio de Cultura llevando a cabo una preselección que culminará a finales de este año. Ciudades como Granada, Pamplona, Burgos, Oviedo, Toledo, Cáceres, Palma de Mallorca, Vitoria, León, Jerez de la Frontera y Las Palmas de Gran Canaria ya se han postulado, muchas de ellas, según Piña, participaron en la candidatura de Santander en 2016. De hecho, estas ciudades han celebrado recientemente una reunión técnica sobre el proceso de selección.
El portavoz regionalista subraya que Santander cuenta con todos los ingredientes para convertirse en la Ciudad Europea de la Cultura gracias a su rico patrimonio histórico y arquitectónico, sus emblemáticos edificios, destacados centros culturales, festivales y eventos que atraen a miles de visitantes cada año, y las instituciones que fomentan el desarrollo de talento local.
Desde el PRC, se ha resaltado la importancia de que la candidatura refleje la cultura atlántica, cántabra y santanderina, aportando una propuesta diferenciada que esté vinculada a la identidad local. La propuesta debe ser una extensión de la cultura de la región, aprovechando tanto lo positivo de la experiencia de 2016 como los aprendizajes de los errores cometidos en el proceso anterior. Piña ha defendido que esta nueva oportunidad debe ser afrontada con renovado impulso, como lo han hecho otras ciudades que ahora repiten en la contienda.
El líder de los regionalistas en Santander ha insistido en que el título de Ciudad Europea de la Cultura atraerá a un gran número de visitantes, lo que supondrá un aumento significativo del turismo de calidad y desestacionalizado, con beneficios económicos, sociales y de prestigio para la ciudad. Además, la visibilidad internacional que conlleva este reconocimiento impulsará inversiones, fomentará nuevas infraestructuras culturales y ofrecerá a los artistas locales una plataforma única para presentar su trabajo, enriqueciendo la vida cultural de la ciudad.
Por todos estos motivos, Piña ha subrayado que “Santander no puede quedarse al margen” y debe aspirar a convertirse en la próxima ciudad española en obtener el título de Capital Europea de la Cultura.














