Miembros de la Federación DEAN (Defensa Animal de Cantabria) y del Proyecto Gran Simio han realizado una visita sorpresa al Zoológico de Santillana del Mar para evaluar el estado de los animales, con especial atención a los orangutanes. Según han denunciado ambas organizaciones, las condiciones en las que se encuentran estos primates son «inaceptables» y alertan del grave riesgo que corren sus vidas ante la falta de medidas por parte del zoológico y de las administraciones competentes.
En enero de 2023, el desbordamiento del arroyo Ojo Negro inundó las zonas bajas del recinto, afectando gravemente el área donde habitan los orangutanes. «Sobrevivieron de milagro al refugiarse en las partes altas de su dormitorio, pero dos años después todo sigue igual», ha señalado Pedro Pozas, director ejecutivo de Proyecto Gran Simio. Según Victoria Cedrún, presidenta de DEAN, «la crisis climática incrementa el riesgo de nuevas inundaciones, y los orangutanes siguen expuestos a una catástrofe que podría acabar con sus vidas».
Ambas organizaciones critican que, a pesar de este precedente, el zoológico no haya tomado medidas para trasladar a los primates a las zonas más elevadas del recinto. «Es una irresponsabilidad mantenerlos en un área de riesgo cuando está demostrado que otra inundación podría ser fatal», ha afirmado Cedrún.
Falta de bienestar animal y estándares mínimos incumplidos
Más allá del peligro de inundación, las entidades han denunciado la precariedad de las instalaciones. «Las condiciones de los orangutanes son indignas», ha afirmado Pozas. Según su informe, el recinto carece de enriquecimiento ambiental adecuado: «Apenas tienen plataformas sobre un suelo de roca desnuda, sin vegetación ni elementos que estimulen su comportamiento natural». Esta situación, según DEAN y Proyecto Gran Simio, provoca en los animales «aburrimiento crónico, deterioro físico y una pérdida total de su cultura como especie».
La situación no mejora para el resto de los grandes mamíferos del zoológico, que, según las organizaciones, padecen las mismas carencias: espacios reducidos, falta de estímulos y ausencia de oportunidades para ejercitarse. «Que en España no exista un reglamento específico que garantice el bienestar de los animales cautivos no puede servir como excusa para perpetuar este trato indigno», ha subrayado Cedrún.
Exigen medidas urgentes a las autoridades
Ante esta situación, DEAN y Proyecto Gran Simio han solicitado al zoológico, al Ayuntamiento de Santillana del Mar y al Gobierno de Cantabria que adopten medidas inmediatas para garantizar el bienestar de los animales.
«El traslado de los orangutanes a una zona segura no es negociable», ha insistido Pozas, recordando las declaraciones del propietario del zoológico, José Ignacio Pardo, quien afirmó en 2023 que «si se mueren los orangutanes, cierro el zoo».
Las organizaciones también exigen al Ayuntamiento que implemente soluciones estructurales para prevenir nuevas inundaciones y al Gobierno regional que lleve a cabo una inspección exhaustiva del recinto. «No podemos esperar a que ocurra una tragedia para actuar», ha señalado Cedrún.
Finalmente, ambas entidades han defendido la necesidad de transformar los zoológicos en centros de rescate para fauna autóctona. «Mantener animales exóticos en condiciones tan vergonzosas no es ni educación ni conservación, es una exhibición cruel», ha concluido Pozas.