Cuatro de los siete acusados de perpetrar robos en 12 establecimientos de Cantabria han llegado a un acuerdo en el juicio previsto para este lunes 13 de enero en la Audiencia Provincial. Este acuerdo ha reducido las penas solicitadas, que ahora oscilan entre los 3 años y medio y los 2 años, gracias a la aplicación de atenuantes. Los otros tres acusados se encuentran huidos y serán juzgados cuando sean localizados.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial dictará una sentencia conforme al acuerdo alcanzado, que prevé una pena de tres años y medio para uno de los acusados. A este hombre se le ha aplicado la atenuante de drogadicción y de reparación del daño, al haber ingresado dinero para hacer frente a la indemnización que se reclamaba por los daños ocasionados en los robos de las naves y los vehículos sustraídos.
Los otros tres acusados, dos mujeres y un hombre, también se benefician de la atenuante de reparación del daño. Como resultado, una de las mujeres ha aceptado la pena de tres años de prisión, mientras que a la otra mujer y al hombre se les impondrán dos años de cárcel.
En este juicio, que originalmente iba a durar toda la semana, estaban acusados siete integrantes de una misma familia: dos mujeres que han comparecido y cinco hombres. De estos cinco hombres, solo dos han sido juzgados, ya que los otros tres se encuentran huidos y han sido declarados en rebeldía.
La Fiscalía solicitaba inicialmente para los siete acusados penas de cinco años de prisión y una indemnización superior a los 65.500 euros por los daños ocasionados, ya que se les acusaba de un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de horas de apertura, cometido por una organización o grupo criminal.
Según el escrito de la Fiscalía, los cinco hombres y dos mujeres, todos familiares entre sí, llevaron a cabo los robos desde septiembre de 2021 hasta su detención en enero de 2022. Utilizaban vehículos sustraídos o sus propios coches para cometer los robos en establecimientos durante la noche.
Los robos ocurrieron en 12 establecimientos comerciales de Pesués, Pomaluengo, Revilla de Camargo, Torrelavega, Cartes, Santa Cruz de Bezana, Reinosa, Golbardo, Arce e Hinojedo, muchos de los cuales estaban situados en polígonos industriales y pertenecían al sector de la alimentación.
Entre los objetos sustraídos se encontraban jamones de bellota, quesos, lotes de productos ibéricos, dulces y caramelos, herbicidas, una fotocopiadora, minimotos, cascos y herramientas. Los acusados han consignado judicialmente 10.000 euros para afrontar la posible responsabilidad civil.














