La XXVII Conferencia de Presidentes celebrada en Santander este viernes ha reunido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a los líderes autonómicos en un contexto político complejo. Esta cumbre, la primera desde 2021 y con los nuevos ejecutivos autonómicos surgidos tras las elecciones de 2023, ha abordado temas cruciales como la financiación autonómica, la gestión de menores inmigrantes no acompañados, el acceso a la vivienda y la crisis de personal sanitario. También se ha incluido en la agenda una propuesta del presidente valenciano, Carlos Mazón, de crear un Plan Nacional contra Inundaciones y un fondo especial para emergencias naturales.
El evento comenzó con una foto oficial junto al rey Felipe VI y continuó con las intervenciones de apertura de la anfitriona, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y de Pedro Sánchez. Sáenz de Buruaga apeló al diálogo y la cooperación entre administraciones, comparando la reunión con las cenas navideñas, donde “se comparte mesa con personas que piensan y votan diferente”. Por su parte, Sánchez defendió el modelo autonómico como un pilar del desarrollo económico y la cohesión territorial, calificándolo como “un acierto que solo ha traído cosas buenas”.
Propuestas del Gobierno en financiación, vivienda, sanidad e inmigración
El Ejecutivo presentó una serie de propuestas en áreas prioritarias. En financiación autonómica, Sánchez anunció la convocatoria en enero de un Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar el endeudamiento de las comunidades y sugirió reprogramar fondos europeos para apoyar a territorios afectados por catástrofes naturales. Además, el presidente planteó avanzar hacia un nuevo modelo de financiación que combine criterios multilaterales y bilaterales.
En materia de vivienda, el Gobierno propuso blindar el carácter social de las viviendas públicas, reformar la Ley del Suelo para facilitar la construcción de viviendas asequibles y fomentar el uso de herramientas de la Ley de Vivienda para controlar el precio de los alquileres.
Respecto a la sanidad, se comprometió a transferir 223 millones de euros para implementar soluciones basadas en inteligencia artificial y aumentar la financiación de plazas universitarias en profesiones sanitarias, siempre que las comunidades cofinancien estas iniciativas.
Finalmente, en inmigración, Sánchez abogó por una política migratoria basada en criterios objetivos, mayor solidaridad en el reparto de menores no acompañados y el impulso de acuerdos internacionales para fomentar una migración regular y reglada.
Tensiones por la financiación y el reparto de menores inmigrantes
La Conferencia reflejó las diferencias entre comunidades gobernadas por el PP y el PSOE, especialmente en la financiación autonómica. El reciente pacto entre el PSC y ERC ha generado críticas en comunidades populares, que denuncian un trato desigual. En cuanto a la migración, Canarias insistió en la necesidad de un reparto más equitativo de menores no acompañados, un tema que sigue sin consensos claros.
Además, la falta de personal sanitario y los desafíos en vivienda unieron a todas las comunidades en la búsqueda de soluciones, aunque con enfoques diversos según el color político de los gobiernos.
Críticas al formato de la cumbre y falta de expectativas
A pesar de la relevancia de los temas tratados, varios presidentes autonómicos cuestionaron el formato de la conferencia, describiéndola como una sucesión de discursos sin espacio para el debate real. Esta crítica, junto con la baja expectativa de alcanzar acuerdos concretos, ha ensombrecido el encuentro.
No obstante, tanto Pedro Sánchez como Sáenz de Buruaga destacaron la importancia del diálogo institucional y la cooperación para ofrecer respuestas a los ciudadanos. “Los españoles esperan que nos pongamos de acuerdo”, afirmó Sáenz de Buruaga, mientras que Sánchez subrayó que el Estado autonómico “da certidumbre y seguridad”.
Unidad territorial y retos hacia 2025
Aunque el encuentro ha evidenciado tensiones políticas y desafíos, la imagen de unidad territorial reflejada en la foto oficial y las declaraciones conjuntas simbolizan el esfuerzo por mantener el diálogo. En un momento marcado por complejidades económicas y sociales, la XXVII Conferencia de Presidentes deja un mensaje mixto: la necesidad de consensos frente a la dificultad de alcanzarlos.



















