Las secciones sindicales de Bridgestone en las plantas de Puente San Miguel (Cantabria) y Basauri (Vizcaya) han convocado tres jornadas de huelga en protesta por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado por la empresa, que afectaría a 546 trabajadores. Los paros se llevarán a cabo los días 8, 10 y 15 de abril en la fábrica cántabra y los días 8, 11 y 15 en la vizcaína, según han informado en un comunicado conjunto CCOO, UGT, SITB, ELA y BUB.
La primera jornada de huelga, el 8 de abril, estará acompañada de una manifestación que recorrerá las principales calles de ambas localidades en defensa del empleo y contra la decisión de la multinacional. Los sindicatos advierten que, si la empresa no reconsidera su postura y retira la propuesta de despidos, «nos veremos obligados a endurecer nuestra postura».
La decisión de convocar estas movilizaciones se adoptó tras una reunión telemática celebrada este miércoles, en la que los representantes de los trabajadores acordaron además presentar ante la autoridad laboral una convocatoria de huelga hasta el 31 de mayo. Al mismo tiempo, han iniciado contactos con instituciones autonómicas y locales de Cantabria y Euskadi para trasladarles la preocupación de la plantilla y buscar soluciones.
En este sentido, en Cantabria está prevista una reunión este jueves con el consejero de Industria, Eduardo Arasti, y otra el viernes con los alcaldes de Torrelavega, Javier López Estrada, y Reocín, Pablo Diestro. En Euskadi, los sindicatos esperan mantener encuentros con el Gobierno Vasco, la Alcaldía de Basauri y la Diputación Foral de Vizcaya.
Por otro lado, las organizaciones sindicales han agradecido a la plantilla su «reacción espontánea y su comportamiento responsable» ante la situación. «Se actuó, ante una agresión, de una manera pacífica y solidaria, demostrando una vez más la diferencia de categoría entre los trabajadores y la empresa», han señalado.
En paralelo a estas movilizaciones, los sindicatos esperan que este viernes 4 de abril quede constituida la mesa de negociación, que tendrá un plazo de un mes prorrogable hasta 15 días. Desde las centrales reconocen que negociar con una multinacional es «complicado», pero recuerdan que en 2012 ya se vivió una situación similar y se logró reducir el número de afectados. «La intención es que no se aplique el ERE, pero para eso se necesita carga de trabajo, y la empresa ha optado por otras plantas europeas en detrimento de Puente San Miguel y Basauri», lamentan.