Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del IV trimestre de 2024 arrojan un panorama preocupante para Cantabria, con un aumento del paro del 14,69% interanual y del 12,1% respecto al trimestre anterior. Mientras tanto, el número de ocupados ha caído en 5.000 personas en el último año. Estas cifras contrastan drásticamente con los datos del SEPE, que reflejan una reducción del desempleo registrado del 7,49% en el mismo periodo.
Desde CCOO, su secretaria general, Rosa Mantecón, señala que estos resultados evidencian «una insuficiencia estructural en la generación de empleo estable y de calidad en la región». Mantecón incide en la necesidad de reforzar los sectores productivos y diversificar la economía más allá del turismo y los servicios para afrontar la estacionalidad del mercado laboral cántabro.
Por su parte, desde UGT, su secretario general, Mariano Carmona, enfatiza que «la precariedad laboral sigue siendo el mayor problema en Cantabria, donde los contratos temporales y de baja calidad son la norma». Carmona exige una intervención del Gobierno regional para fomentar políticas activas de empleo y garantizar un salario digno que permita retener el talento joven, un sector especialmente afectado por la crisis.
Desde USO, su secretaria general, Mercedes Martínez Zubimendi, advierte que los datos de la EPA «suponen un batacazo para la economía cántabra» y critica la disparidad con los datos del SEPE. «Es urgente afrontar el envejecimiento de la población activa, la fuga de jóvenes cualificados y la excesiva dependencia del sector servicios», señala. Además, recuerda que la alta tasa de inactivos sigue siendo un lastre para el desarrollo económico de la región.
Mientras tanto, la vecina Asturias muestra resultados históricos, con el nivel más bajo de desempleo según la EPA, lo que acentúa el contraste con Cantabria. Los sindicatos coinciden en que es momento de aplicar medidas urgentes y de largo plazo para sacar al mercado laboral cántabro de esta crisis estructural.