El Pleno del Ayuntamiento de Santander ha aprobado este jueves el presupuesto municipal para 2026, que asciende a 265 millones de euros. Las cuentas han salido adelante únicamente con los votos del Partido Popular, que gobierna con mayoría absoluta, mientras que toda la oposición —PRC, PSOE, Vox e IU— ha votado en contra.
En esta última sesión ordinaria del año también se han ratificado, con los votos exclusivos del PP, la plantilla de personal municipal del próximo ejercicio y la aprobación definitiva de las tasas de abastecimiento de agua y alcantarillado.
La oposición ha criticado que el equipo de Gobierno haya optado por debatir de forma conjunta los cuatro puntos, una decisión que, según el portavoz regionalista, Felipe Piña, busca “diluir” el debate político y restablecer el protagonismo a cuestiones de calado. Piña ha considerado “un error” vincular unas tasas con “algo tan relevante” como el presupuesto general o la relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento. Además, ha reprochado al Ejecutivo local la “falta de transparencia y de proyectos transformadores” en unas cuentas que, a su juicio, “carecen de ambición” y presentan “numerosas zonas opacas”.
También ha sido crítico el portavoz socialista, Daniel Fernández, quien ha acusado al PP de elaborar un presupuesto “sin mirada de futuro” que “mantiene a Santander en la inercia del pasado”. “De nuevo se vive instalado en el presente, sin un proyecto que saque a la ciudad de la decadencia”, ha expresado. Fernández ha afirmado que las cuentas reflejan “una gestión agotada, sin riesgo ni alma”, y ha preguntado “qué ciudad quiere ser Santander dentro de diez años”, apelando a una reflexión sobre el modelo de desarrollo urbano.
El edil del PSOE ha señalado además que la capital cántabra “sigue siendo la ciudad de los contratos externalizados, las obras interminables y los barrios olvidados”. En este punto, ha mencionado el “millonario” contrato de limpieza, del que dijo que aún está por ver “si realmente soluciona los problemas”. Sobre la tasa del agua, Fernández ha recordado que la factura “ha subido más de un 15% en los últimos tres años” y vuelve a incrementarse un 2,7% adicional, lamentando que la gestión “privatizada” del servicio deje en manos de una empresa privada un tributo que “debería ser gestionado directamente por la administración pública”.
Desde Vox, su portavoz también ha votado en contra de los presupuestos, que ha descrito como “la continuación de décadas de gestión continuista y falta de alternancia democrática”. Según su intervención, las cuentas “mantienen la estructura clientelar de subvenciones” y destinan la mayor parte del gasto a personal y funcionamiento, “dejando muy poco espacio para inversiones reales en los barrios”. Además, ha cuestionado que las cuentas municipales “consagran la agenda ideológica del bipartidismo”, aludiendo a la Agenda 2030 y las políticas de igualdad.
La formación ha pedido priorizar ayudas directas para la natalidad y la vivienda frente a las destinadas a inmigración, y ha rechazado el aumento de la tasa del agua al considerar que “no está suficientemente justificada ni fiscalizada”.
Por su parte, el concejal de Izquierda Unida, Keruin Martínez, ha confirmado su voto negativo tanto a las tasas como al presupuesto. “Nos oponemos a la subida de impuestos a los santanderinos, al maltrato al personal municipal ya unas cuentas que no responden a las necesidades de la ciudadanía”, ha recalcado.
Desde el equipo de Gobierno, el concejal de Economía, Javier García, ha defendido que el presupuesto para 2026 se ha elaborado “en un contexto de incertidumbre”, condicionado por la falta de Presupuestos Generales del Estado. Ha asegurado que las cuentas “garantizan estabilidad, servicios e inversiones”, y que su carácter “vivo” permite incorporar actualizaciones derivadas de las obligaciones aprobadas por el Estado, especialmente en materia salarial.
Sobre la subida de las tasas de agua y alcantarillado, García ha aclarado que se trata de una “actualización vinculada al IPC” recogida en el contrato con Aqualia y respaldada por jurisprudencia, “por lo que no responde a una decisión política discrecional, sino a una obligación legal y contractual”.
La alcaldesa, Gema Igual, ha cerrado el debate reconociendo que no esperaba el apoyo de la oposición, aunque ha acusado a los grupos de “hipocresía” por criticar las tasas cuando “guardan silencio ante el impuesto de basuras impuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez”. “Es mentira que el PP suba los impuestos en Santander”, ha afirmado, señalando que la actualización del 2,5% en el agua “nada tiene que ver” con el “casi 30% del tasazo de basuras”. Igual ha recordado que el Ayuntamiento realiza dos controles anuales sobre la concesionaria Aqualia y ha defendido que su Gobierno “mantiene la fiscalización y la responsabilidad que exige la gestión pública”.













