La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación ha dado cuenta de tres nuevos brotes de gripe aviar en aves silvestres de Cantabria: un cormorán en Solares, una gaviota en San Vicente de la Barquera y un ánade real en Gama. Estos casos, pillados por el radar del sistema de vigilancia epidemiológica, elevan la cuenta a siete desde septiembre, todos en fauna no doméstica y sin saltos a granjas o corrales.
La consejera María Jesús Susinos ha insistido en mantener el pulso alto ante emergentes como esta gripe o la dermatosis nodular. El primero cayó el 29 de septiembre en Castro Urdiales (gaviota), le siguieron Laredo y Santoña el 17 de octubre, Villaescusa el 13 de noviembre (charrán común) y ahora estos tres. Desde el arranque, se blindaron medidas como vetar concentraciones y expos de aves para cortar el virus de raíz.
Susinos ha recordado la orden del Ministerio de Agricultura en el BOE: confinamiento obligatorio de aves de corral al aire libre en los 102 municipios cántabros, atado al vuelo migratorio y vigente previsiblemente hasta marzo. Ha lanzado un toque de atención a los dueños de gallineros caseros: extremad bioseguridad, nada de roce con silvestres, comedero y bebedero a salvo.
Aunque el bicho salta poco al humano –es zoonosis de bajo riesgo–, si topáis con ave tiesa o pachucha, marcad al 112 o la guardería de Montes, pero ni se os ocurra tocarla. La vigilancia sigue al milímetro para que no escale.














