La dirección del grupo de electrodomésticos Teka y los representantes de los trabajadores han constituido este miércoles la mesa negociadora del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la compañía ha planteado para varios de sus centros en España, entre ellos el de Santander, además de los de Madrid, Alcalá de Henares, Zaragoza y distintas delegaciones comerciales.
Durante el encuentro, celebrado de forma conjunta entre la empresa y las organizaciones sindicales, ambas partes acordaron posponer el inicio del periodo formal de consultas hasta después de las fiestas navideñas. Así, la negociación arrancará el 8 de enero, fecha en la que Teka entregará a la representación de los empleados la documentación técnica que explica los fundamentos y alcance del ajuste anunciado.
Por el momento se desconocen los detalles del número de afectados o el reparto por cada centro de trabajo. Según han explicado fuentes sindicales, será entonces cuando la empresa facilite el informe técnico y la memoria explicativa que justifican el procedimiento y precisan su impacto en cada planta.
En cualquier caso, la multinacional ya ha confirmado que el expediente implicará a los centros de Santander, que cuenta con una plantilla de 193 trabajadores, así como a los de Zaragoza, Alcalá de Henares, Madrid y las unidades comerciales distribuidas por diferentes puntos del país.
Desde la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT–FICA), sindicato que representa a la mayoría de la plantilla si se suman los delegados de todos los centros, se ha mostrado un “rechazo total” a los planes de reestructuración propuestos por la compañía. El sindicato considera que suponen “una pérdida de empleo desproporcionada y carente de justificación real”, y advierte de que defenderá los puestos de trabajo en cada una de las plantas afectadas.
Según señalan desde la organización sindical, Teka argumenta el expediente en causas productivas y organizativas, que concretará en los documentos técnicos que se entregarán a la comisión representativa el próximo mes.
La compañía, de origen alemán pero propiedad desde 2024 del conglomerado chino Midea Group, atraviesa un proceso de reorganización tras su integración en el grupo asiático, uno de los mayores fabricantes mundiales de electrodomésticos, con más de 190.000 empleados y una facturación superior a 53.000 millones de euros en 2023.
Por ahora, los sindicatos esperan conocer el contenido completo de la memoria justificativa para poder valorar el alcance del ERE y plantear propuestas alternativas que reduzcan el impacto de la medida en los trabajadores de la comunidad y del resto de centros del grupo.














