La Comisión Salvemos el Mercado de Puertochico ha convocado una manifestación para el sábado 29 de noviembre, a las doce del mediodía, con el objetivo de expresar su rechazo a la apertura de un establecimiento de McDonald’s en el histórico mercado santanderino y denunciar lo que califican como “una actitud autoritaria” por parte del concejal de Comercio, Álvaro Lavín.
La marcha partirá desde la rotonda de La Sardinera, junto al túnel, y finalizará en la Plaza de Puertochico. Contará con el respaldo de la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV) y de la Asociación de Vecinos Pombo-Cañadío-Ensanche, que animan a la ciudadanía a unirse porque, aseguran, “ha llegado el momento de dar un paso más”.
En un comunicado remitido a los medios, la Comisión ha subrayado que la protesta pretende defender el carácter y la identidad del barrio, ante lo que consideran “una privatización progresiva del espacio público”. “Está en juego el modelo de ciudad que queremos: un entorno con vida vecinal, pequeño comercio y memoria, no un escaparate al servicio de intereses empresariales”, remarcan.
El colectivo también ha anunciado que recurrirá la orden de retirada de la pancarta que habían desplegado en el edificio del Mercado, resolución que consideran “injusta, intimidatoria y dañina para la convivencia democrática”. Aquella lona, retirada por orden municipal, contenía el mensaje “Gema, de mercado de barrio a preafter no da igual”, lo que, según Salvemos el Mercado, constituiría una expresión de crítica legítima en un espacio privado.
Desde la Comisión sostienen que la actuación del Ayuntamiento ha sido “desproporcionada” y que el informe urbanístico que sirvió de base para la retirada fue tramitado “a toda prisa” con el único propósito de acallar la discrepancia vecinal. Para sus miembros, el procedimiento revela “una utilización interesada de la normativa” y “un intento de censurar la crítica política desde una propiedad privada”.
En cuanto a sus contactos con el equipo de Gobierno municipal, el colectivo ha relatado que la reciente reunión mantenida con el concejal de Comercio fue “inútil y decepcionante”. Denuncian que Lavín se limitó a “repetir argumentos legales” sin plantear soluciones ni asumir responsabilidades, y que “su tono aleccionador y bronco” refleja la misma actitud que atribuyen a la alcaldesa, Gema Igual.
Salvemos el Mercado lamenta además la “impunidad” de la empresa adjudicataria, Bakia, a la que acusa de haber incumplido los plazos de ejecución del proyecto sin consecuencia alguna. Según el colectivo, las obras, que debían completarse en un año, llevan ya más de cinco, y la compañía —responsable de la gestión del espacio— está logrando beneficios “desproporcionados” frente al canon anual que abona al Ayuntamiento.
El grupo vecinal sostiene que Bakia es “la principal favorecida y protegida” en la operación, pues paga 6.800 euros al año por la concesión, con la posibilidad de ingresar hasta 300.000 anuales durante las cuatro décadas que dura el contrato.
Por último, acusan al equipo de Gobierno de “esconderse detrás de tecnicismos” para no abrir cauces de diálogo, y de utilizar las ordenanzas y los pliegos como “excusa para no afrontar un debate real sobre el modelo de ciudad”.














