La Fiscalía de Cantabria solicita una condena de doce años de prisión para dos personas acusadas de agredir sexualmente a un menor de 14 años con el que mantenían una relación de confianza a través de su abuela. Según recoge el escrito de acusación, los procesados —que eran pareja en el momento de los hechos— aprovecharon la cercanía con el entorno familiar del adolescente para mantener contacto con él de forma habitual.
El ministerio público relata que ambos comenzaron a realizar tocamientos de carácter sexual al menor, de manera separada, que posteriormente derivaron en distintos actos de naturaleza más grave. Estas conductas se habrían producido en varias ocasiones, tanto en la vivienda de los acusados como en el domicilio del menor, e incluso en espacios públicos, siempre por iniciativa de los adultos.
El informe psicológico incorporado a la causa indica que el joven presenta secuelas compatibles con los abusos sufridos, entre ellas daño emocional y deterioro de sus relaciones sociales. La Fiscalía considera a los dos acusados responsables de un delito continuado de agresión sexual y solicita para cada uno doce años de prisión, trece de prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima, ocho de libertad vigilada tras el cumplimiento de la pena y diecisiete años de inhabilitación para cualquier actividad con menores. Además, reclama una indemnización de 15.000 euros para el afectado.
La acusación particular, ejercida por el Gobierno de Cantabria a través del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), se adhiere a la petición del ministerio fiscal, ya que fue este organismo el que interpuso la denuncia tras asumir la tutela del menor.
El juicio se celebrará este martes, 18 de noviembre, a las 10.00 horas en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. Ese mismo día, a las 9.45 horas, tendrá lugar una audiencia preliminar por otro caso distinto, en el que se solicita una pena de cuatro años de prisión para un hombre sorprendido entregando dos dosis de cocaína a otra persona en el aparcamiento de un supermercado de Solares.













