La jefa de la Unidad de Coordinación de Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno en Cantabria, Diana Mirones, ha advertido este domingo del elevado número de denuncias presentadas en lo que va de año por violencia machista, un total de 1.091, cifras que, según ha lamentado, “siguen siendo muy altas” y reflejan “la gravedad de esta lacra que continúa dañando a la sociedad”.
Mirones ha precisado que actualmente más de 1.600 mujeres en Cantabria están incluidas en el sistema de seguimiento y protección VioGen, seis de ellas menores de edad. De todos los casos, uno se encuentra en riesgo extremo y bajo protección permanente; otros 20 presentan riesgo alto y 130 afectan a menores en situación de vulnerabilidad.
En una entrevista concedida a RNE, la responsable ha apelado a reforzar la coordinación entre instituciones, entidades y sociedad civil para combatir un problema que ha calificado como “de orden y salud pública”. Ha subrayado que las secuelas físicas y psicológicas que deja la violencia sobre las víctimas “pueden ser irreversibles”, afectando a mujeres y también a los hijos e hijas expuestos a estas situaciones.
La jefa de unidad ha alertado además del crecimiento de la violencia de género digital, que utiliza las tecnologías como herramienta “perfecta” para extender el acoso y el control sobre las víctimas. “El agresor puede hostigar, amenazar o humillar las 24 horas del día y desde cualquier lugar”, señaló, explicando que cada vez son más frecuentes las situaciones de control psicológico a través de redes sociales o mensajería, además de la difusión sin consentimiento de imágenes íntimas. Recordó que esta última conducta constituye un delito “muy grave” y pidió intensificar la prevención entre adolescentes y jóvenes.
Mirones destacó el esfuerzo que se realiza desde su unidad con programas de sensibilización en centros educativos, insistiendo en la importancia de generar conciencia entre los más jóvenes. También puso en valor el funcionamiento del programa Puntos Violeta en la comunidad, impulsado por la Delegación del Gobierno, que cuenta ya con más de 300 profesionales formados pertenecientes a administraciones y organismos públicos como ayuntamientos, la Agencia Tributaria, el SEPE o la Universidad de Cantabria.
Sobre las pulseras antimaltrato, Mirones reconoció que las recientes incidencias “han generado dudas” entre algunas usuarias, pero pidió tranquilidad y subrayó que se trata de un sistema “complementario y altamente eficaz” que mantiene un importante efecto disuasorio sobre los agresores.
Por último, se refirió al discurso negacionista sobre la violencia machista, pidiendo “abrir los ojos” a quienes la niegan y recordando que en lo que va de año 36 mujeres y tres menores han sido asesinados en España. Invitó a las víctimas a denunciar llamando a los teléfonos 091 o 062, o acudiendo directamente a cualquier comisaría o cuartel, y apeló al entorno —familiares, amigos y vecinos— a no permanecer en silencio y dar la voz de alarma ante cualquier indicio de maltrato.














