Cantabristas ha registrado alegaciones formales contra los parques eólicos Américas 3 y 16, previstos en diversos municipios del centro de Cantabria —entre ellos Santa María de Cayón, Vega de Pas, Villafufre, Villacarriedo, Selaya, Santiurde de Toranzo, Villaescusa, Saro, Penagos y El Astillero—. La formación sostiene que los proyectos son incompatibles con un modelo sostenible de desarrollo, al suponer una amenaza “para el bienestar de la comunidad, su patrimonio natural y cultural y el equilibrio socioeconómico de la comarca”. En consecuencia, el partido ha solicitado la nulidad y archivo definitivo de ambas iniciativas.
En sus alegaciones, el equipo jurídico del partido detalla que la construcción de estos polígonos eólicos acentuaría los problemas de despoblación rural, al transformar los entornos naturales en áreas menos habitables y con menor atractivo residencial. Esa pérdida de calidad de vida, advierten, derivaría además en una caída del valor económico de los inmuebles y un progresivo empobrecimiento de las zonas afectadas.
Desde el punto de vista ambiental, Cantabristas asegura que los proyectos incumplen distintos preceptos de la Ley 4/2014 del Paisaje de Cantabria, así como normativas estatales y europeas vinculadas con la protección de hábitats naturales y de la biodiversidad, en especial la fauna ornitológica. A su juicio, la dimensión de las instalaciones y su ubicación plantean un impacto “irreversible” sobre el entorno, tanto por el movimiento de tierras como por la alteración de los ecosistemas.
El partido alerta también sobre los riesgos hidrológicos derivados de la implantación de los parques, que podrían afectar a la calidad y disponibilidad de los recursos hídricos en varios municipios del valle del Pas. Igualmente, advierte del peligro que supondría para yacimientos arqueológicos y restos megalíticos localizados en las zonas de actuación, así como del “fuerte impacto acústico” que generaría la maquinaria proyectada.
Cantabristas mantiene que la transición energética en la comunidad debe desarrollarse con criterios de equilibrio territorial, defendiendo un modelo que combine la producción de energía limpia con la protección del medio natural, el patrimonio histórico y la calidad de vida en los pueblos.
Las alegaciones, presentadas en los últimos días y disponibles en la web del partido, subrayan que la implantación de grandes polígonos industriales en áreas rurales no puede justificarse en nombre del progreso económico si conlleva “la degradación del entorno y el abandono de la población que lo habita”.














