La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha expresado su rotundo desacuerdo con la decisión del Gobierno de España de declarar el conjunto de la Península de La Magdalena como el primer Lugar de Memoria Democrática de Cantabria, dentro del marco de la Ley estatal de Memoria. La regidora popular considera que esta medida “solo busca abrir divisiones en la sociedad y generar confrontación política”, en lugar de contribuir al entendimiento o al desarrollo de la ciudad. “Mientras Santander centra sus esfuerzos cada día en resolver los problemas reales y mirar al futuro, otros prefieren seguir resucitando los fantasmas del pasado y utilizar decisiones simbólicas para dividir”, criticó en un comunicado remitido a los medios.
La alcaldesa lamentó la “falta absoluta de lealtad institucional” tanto del Gobierno central como de la Delegación del Gobierno en Cantabria, a quienes acusa de actuar “de espaldas” al Ayuntamiento. Según explicó, la comunicación oficial sobre la decisión le llegó apenas unas horas antes de su publicación, a través de una llamada del delegado del Gobierno, Pedro Casares, quien —según Igual— se limitó a indicar que “era un asunto heredado” y que él mismo “no tenía conocimiento profundo” del expediente. “No se puede gobernar así. Las instituciones deben mantener un respeto y un diálogo mínimo cuando se toman decisiones que afectan al patrimonio municipal y a la historia de una ciudad”, aseguró.
Igual sostiene que el Ejecutivo de Pedro Sánchez “ha pasado por encima de la propiedad municipal y del principio de cooperación entre administraciones”, impulsando una medida “sin comunicación previa, sin diálogo y sin cortesía política”. En su opinión, el Gobierno central ha optado por la imposición en lugar de la colaboración, “colapsando” administraciones y “distrayendo recursos públicos que deberían destinarse a prioridades reales, como la mejora de servicios, la atención social o el desarrollo económico”. La alcaldesa subrayó que declaraciones como esta “no responden a una demanda ciudadana ni contribuyen al avance institucional”, sino que, por el contrario, “ponen en cuestión la gestión de los ayuntamientos y crean conflictos innecesarios”.
“Esto no va de memoria ni de respeto —recalcó Igual—. Va de hacer política partidista con el patrimonio de todos los santanderinos”. Considera que el Gobierno está utilizando la Ley de Memoria Democrática “como herramienta de confrontación” y como parte de una estrategia ideológica que “no busca reconciliar, sino mantener abiertas las heridas del pasado”. A su juicio, este tipo de decisiones no generan consenso, sino que crean un clima de desconfianza y crispación “que nada aporta ni al bienestar ciudadano ni al progreso de Santander”.
La alcaldesa insistió en la necesidad de que las administraciones trabajen “de manera coordinada, con transparencia y con respeto institucional”, especialmente en lo que compete a bienes municipales como la Península de La Magdalena, uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad. “Santander merece respeto. Merece ser escuchada y partícipe en aquellas decisiones que afectan directamente a su historia y su patrimonio”, señaló. Añadió que cualquier actuación que se lleve a cabo en un espacio de titularidad municipal debe contar con la implicación del Ayuntamiento, “no imponerse desde Madrid con una llamada de última hora”.
Igual recordó que la Península de La Magdalena es un símbolo de la identidad santanderina, asociado no solo al legado histórico, sino también al turismo, la cultura y la educación, al albergar la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. “La Magdalena no necesita ser utilizada como bandera política. Es un orgullo compartido, un referente patrimonial al servicio de todos, no un escenario para la confrontación ideológica”, advirtió la alcaldesa, que considera que rotular este espacio como Lugar de Memoria “no ayuda a mantener la convivencia ni a construir un relato común sobre el pasado”.
Además, la regidora hizo hincapié en el impacto administrativo que este tipo de declaraciones puede tener sobre la gestión de los bienes municipales, alertando de que el reconocimiento de La Magdalena como Lugar de Memoria podría colisionar con competencias locales o entorpecer futuros proyectos. “Cada vez que el Gobierno decide invadir espacios que son de competencia municipal sin previo aviso, se generan conflictos y trámites adicionales que acaban ralentizando la acción pública”, añadió.
Finalmente, Gema Igual apeló a la responsabilidad institucional y al respeto a la autonomía local. “El Gobierno debería preocuparse por colaborar con los ayuntamientos en vez de imponer decisiones unilaterales que rompen la cooperación entre administraciones”, manifestó. Recalcó que Santander mantendrá su compromiso con la preservación de la historia y el patrimonio, pero “desde el diálogo, el consenso y la unidad, no desde la imposición de criterios partidistas”.
“Los santanderinos somos una sociedad abierta, tolerante y respetuosa con su historia, pero también queremos mirar al futuro. Respetar el pasado no puede convertirse en un pretexto para manipular el presente”, concluyó la alcaldesa, insistiendo en que Santander “seguirá centrada en los problemas reales de los vecinos y en el desarrollo económico y social de la ciudad”.












