La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha dado respuesta favorable al recurso de suplicación planteado por una mujer que padece síndrome postcovid, decretando la incapacidad absoluta y reconociendo su derecho a percibir el cien por cien de la base reguladora. Esta resolución, notificada recientemente, revoca la sentencia previa del Juzgado de lo Social número 3 de Santander, que solo había reconocido la incapacidad permanente total para su profesión habitual como administrativa. Sin embargo, los magistrados de la Sala consideran que el estado clínico de la afectada va mucho más allá, limitando no solo las tareas fundamentales de su oficio, sino cualquier tipo de actividad retribuida, dadas las secuelas persistentes y su tendencia crónica.
El cuadro médico de la demandante incluye síntomas severos como dificultad respiratoria, taquicardia, fibromialgia, fatiga intensa, trastornos cognitivos leves y síndrome ansioso-depresivo, un conjunto de patologías que afectan de manera profunda y duradera su funcionalidad. La Sala señala expresamente que estas manifestaciones tienen la entidad necesaria para entender una incapacidad absoluta para cualquier empleo, incluso en aquellos trabajos considerados sencillos o sedentarios, dada la intensidad y permanencia de sus dolencias. Esta decisión judicial se posiciona en línea con otras emitidas por tribunales superiores a nivel nacional, donde se ha reconocido la variabilidad de la incapacidad dependiendo de la severidad de la enfermedad y las circunstancias específicas de cada caso.
El fallo recalca que para otorgar un grado de incapacidad permanente absoluto es imprescindible que las dolencias inhabiliten plena y definitivamente para cualquier ejercicio profesional, lo que incluye la imposibilidad de rendir con un mínimo de eficacia y profesionalidad en el trabajo, confirmando así la incapacidad de la demandante para desarrollar cualquier actividad laboral con garantías. Esta sentencia supone un precedente importante para pacientes afectados por el síndrome postcovid en Cantabria y abre la puerta a un mayor reconocimiento legal y social de una dolencia que continúa afectando la calidad de vida y la capacidad productiva de miles de ciudadanos tras superar la fase aguda de la pandemia, resaltando la necesidad de adaptar las prestaciones y apoyos sociales a esta nueva realidad sanitaria.













