La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha sentenciado a dos años de prisión a un joven de veinte años que propinó un puñetazo a otro hombre, causándole la pérdida de dos dientes y daños en otros dos, tras una discusión en la calle Ría Solía de El Astillero. La condena se alcanzó tras una audiencia preliminar en la que la defensa presentó un acuerdo de conformidad, dado que el acusado reconoció los hechos y atendió íntegramente las indemnizaciones exigidas por las partes afectadas, hecho que condujo a la aplicación de una circunstancia atenuante muy cualificada por reparación del daño. La pena, sin embargo, quedó suspendida, con la condición de que el condenado no cometa ningún delito en los tres años siguientes, permitiéndole así evitar la entrada efectiva en prisión.
Los hechos sucedieron la madrugada del 23 de marzo de este año, cuando la víctima y el acusado, que se encontraban en la vía pública, iniciaron una disputa que terminó con la agresión física del segundo. El joven, actuando con intención de dañar, golpeó con la mano derecha en la mandíbula a la víctima, provocando que esta cayera al suelo y sufriera lesiones que requirieron tratamiento médico. Además de la pérdida de dos piezas dentales, la víctima presentó daños adicionales que también fueron reconocidos por el tribunal. La sentencia detalla la gravedad de los hechos y reconoce la voluntad del agresor de reparar el daño causado, lo que influyó decisivamente en la reducción de la pena a dos años con suspensión.
Este caso evidencia cómo la justicia en Cantabria sigue promoviendo la reparación del daño como un factor clave en la resolución de delitos de lesiones, buscando equilibrar la sanción penal con el resarcimiento efectivo de las víctimas. El acuerdo alcanzado en la vista preliminar y la suspensión de la pena constatan la efectividad del sistema para ofrecer segundas oportunidades cuando se cumple con responsabilidad, pero también subrayan la importancia de actuar con justicia y firmeza ante actos de violencia. La Audiencia Provincial, con esta condena, reafirma su compromiso con la protección de la integridad física y la garantía de la reparación económica y moral de las personas afectadas por agresiones.











