La agrupación Cantabristas Santander ha solicitado públicamente al Ayuntamiento de la ciudad que impulse un plan específico de salvaguarda para el edificio principal de la Remonta, una construcción de finales del siglo XVIII hoy sumida en el abandono y el deterioro. El colectivo denuncia el estado preocupante en el que se encuentra este inmueble emblemático: zonas invadidas por maleza, paredes con graves daños y techos afectados por filtraciones de agua. Por ello, Cantabristas propone reconocer el edificio —propiedad del Ministerio de Defensa desde 1920— como Bien de Interés Cultural (BIC) o Local (BIL), lo que obligaría legalmente a su conservación y evitaría su desaparición.
El portavoz del movimiento, Manuel Núñez, recuerda que aunque la responsabilidad oficial recaiga en Defensa, el Consistorio debe también velar por el patrimonio urbano más allá de la titularidad. La declaración permitiría presionar para obtener la cesión de la finca y reconvertirla en un espacio verde y cultural para Santander. Durante más de dos siglos, el edificio principal ha sobrevivido a distintos usos, desde residencia militar hasta fábrica, pero la finca lleva abandonada quince años, periodo en el que ha ido perdiendo su antiguo esplendor. Actualmente, Cantabristas es el único agente local que ha planteado un plan concreto para su protección y recuperación.
La reclamación patrocinada por Cantabristas se suma al debate sobre el futuro de la Remonta, integrado en los últimos años en propuestas municipales y sociales para revitalizar el espacio y poner en valor su legado histórico y medioambiental.