La descarbonización del sector industrial se perfila como uno de los grandes desafíos de Cantabria para cumplir los objetivos climáticos marcados por la Unión Europea, que contemplan una reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Ante la dificultad de electrificar por completo procesos intensivos en energía, como los del ámbito siderúrgico, cementero o químico, la aplicación de tecnologías de captura y valorización de dióxido de carbono (CCU) se presenta como una vía eficaz para avanzar hacia una industria más limpia y competitiva.
En este contexto, Santander acogerá mañana martes, 21 de octubre, el encuentro CCU Connect, que reunirá en el Gran Casino del Sardinero a más de un centenar de líderes industriales, investigadores y representantes tecnológicos especializados en convertir el CO₂ en productos de alto valor añadido.
El evento, organizado por el Centro Tecnológico CTC con el apoyo de Sodercan, servirá para mostrar el potencial de Cantabria como referente en el desarrollo de proyectos reales de captura y aprovechamiento de CO₂. La cita cuenta además con el patrocinio de Atlanthy, Grupo Cementos Portland Valderrivas, Regenera, RIC Energy, Track Técnicas Reunidas y VBE6D.
Durante la jornada, un panel de 26 expertos procedentes de distintos puntos de España abordará el grado de madurez de estas tecnologías, la evolución normativa que afecta a su implantación y las oportunidades que ofrecen para reducir la huella de carbono del tejido industrial cántabro. Según los organizadores, su adopción podría impulsar la innovación, generar empleo verde y mejorar la competitividad empresarial en el marco de la transición energética europea.
De acuerdo con el último informe de la Fundación Empresa y Clima, publicado en 2023, Cantabria ha logrado reducir de forma significativa sus emisiones de CO₂ en los últimos años. No obstante, su estructura industrial hace que aún registre 1,8 millones de toneladas anuales de emisiones verificadas, el equivalente al 2,1% del total nacional. Una cifra modesta en el conjunto del país, pero relevante en relación con el tamaño de su economía.
La comunidad cuenta con un ecosistema empresarial y tecnológico propicio para el desarrollo de hubs industriales capaces de transformar el CO₂ en productos útiles, gracias a la presencia de sectores estratégicos como el portuario, el químico, el cementero y el logístico, que pueden garantizar una demanda local estable y favorecer la rentabilidad de estas iniciativas.
En los últimos años, Cantabria ha dado pasos significativos en investigación y desarrollo de tecnologías CCU. El Centro Tecnológico CTC lidera, entre otros, el proyecto europeo Electromet, centrado en la electro-reducción directa de CO₂ para generar metano renovable. También participa en investigaciones orientadas a la producción de combustibles sostenibles, como el metanol, y en la obtención de materiales carbonatados aplicables al sector de la construcción.