La reunión celebrada este jueves entre el consejero de Educación, Sergio Silva, y la Junta de Personal Docente concluyó sin acuerdo, por lo que se mantiene la convocatoria de huelga del profesorado cántabro prevista del 20 al 24 de octubre. Habrá dos convocatorias: una promovida por STEC, ANPE y UGT, de carácter escalonado según el tipo de centro, y otra de CCOO, de cinco días para todos los docentes de la enseñanza pública.
El desencuentro se centra en la llamada “cláusula Silva”, creada por los sindicatos para referirse al punto del acuerdo que supedita la subida salarial a la existencia de base presupuestaria. Silva propuso una nueva redacción en la que se garantiza que, si los presupuestos de 2026 no llegan a aprobarse, la subida salarial se aplicará de forma retroactiva en las siguientes cuentas. El consejero defendió que su propuesta ofrece “una doble garantía” y recordó que la partida de Educación crecerá en 17 millones de euros, hasta 432 millones, lo que permitirá acometer las subidas de 60 euros en septiembre de 2025 y 30 más en septiembre de 2026, además de la mejora de sexenios, la reducción de ratios y el refuerzo en becas y ayudas.
Sin embargo, los sindicatos consideran que la redacción sigue siendo “insuficiente” y han propuesto adoptar el mismo modelo que el sector sanitario, en el que el Gobierno se compromete a incluir los acuerdos en cada anteproyecto presupuestario. “No entendemos este desprestigio hacia el profesorado”, denunció Jesús San Emeterio (UGT), portavoz de la Junta Docente, que acusa al Ejecutivo de poner “trabas sistemáticas” y advierte de que “la semana que viene habrá huelga”.
El consejero apeló a la “responsabilidad” sindical, recordando que “los docentes ya han acumulado trece días de huelga en un trimestre de treinta y cinco”, lo que supone “el 37% de la jornada lectiva del bimestre”. Afirmó que el Gobierno es “el primero en diecisiete años que ha abierto una negociación salarial”, pero recalcó que “los compromisos deben ir acompañados de recursos”. Silva insistió en que la partida para la subida “no va a desaparecer”, haya o no firma, y pidió priorizar “el interés de los alumnos y las familias que están viendo alterada su vida diaria por los paros”.
Pese al fracaso del encuentro, ambas partes mantienen su disposición al diálogo. La Junta Docente expresó su voluntad de seguir negociando para “evitar nuevas huelgas” si el Ejecutivo regional reconsidera su postura.