La primera reunión de hosteleros de Santander, celebrada en la Escuela de Las Carolinas, ha servido para analizar en profundidad el borrador de la nueva ordenanza de terrazas promovida por el Ayuntamiento. El encuentro reunió a numerosos empresarios del sector preocupados por el impacto que la nueva normativa podría tener sobre sus negocios y el empleo, y que han solicitado al Consistorio más diálogo y tiempo para plantear propuestas.
Desde la Asociación de Hostelería de Cantabria se ha anunciado la elaboración de un informe técnico que evaluará cuántas empresas podrían verse afectadas y cuántos puestos de trabajo podrían estar en riesgo con la aplicación de las nuevas medidas. Entre los aspectos que más incertidumbre generan figura la limitación del espacio de ocupación de las terrazas, ya que el borrador solo permitirá utilizar hasta el 50% del frente del local colindante y siempre con autorización del propietario, frente a la normativa anterior que permitía extender la terraza en su totalidad con consentimiento del vecino.
Otro de los puntos que suscita preocupación es la reducción del horario de cierre, considerada “demasiado restrictiva” por los hosteleros, quienes advierten de que esta decisión “podría fomentar el consumo en la vía pública, con un aumento de los episodios de botellón y de ruido”. El sector también ha pedido aclaraciones al Ayuntamiento sobre cuestiones prácticas de la norma, como la organización del mobiliario dentro del espacio delimitado por las tachuelas, que entienden debería seguir siendo flexible según las necesidades del establecimiento.
Los participantes han coincidido en la necesidad de ampliar el plazo inicial de diez días concedido por el Ayuntamiento para la presentación de sugerencias, solicitando que se extienda a cuarenta días. La intención, explican, es garantizar una participación más amplia y representativa de los hosteleros, muchos de los cuales se encuentran estos días fuera por descanso. Además, han recordado que el sector hostelero “es esencial para la economía y la vida social” de Santander y que cualquier cambio normativo debe equilibrar la convivencia ciudadana con la sostenibilidad de los negocios. La reunión marca el inicio de una ronda de encuentros que continuará a lo largo del próximo mes de noviembre.