Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Comisiones Obreras de Cantabria ha lanzado una seria advertencia sobre la situación económica de muchas familias de la comunidad, que reconocen tener cada vez más dificultades para cubrir los gastos básicos. Según la última Encuesta de Condiciones de Vida de 2024, el 42% de los hogares cántabros afirma que le cuesta llegar a fin de mes, una cifra que refleja, según el sindicato, una “vulnerabilidad estructural” que exige respuestas inmediatas.
CCOO destaca también que casi tres de cada diez familias no pueden asumir gastos imprevistos, el 15,9% no mantiene su vivienda a una temperatura adecuada y más del 31% no puede irse de vacaciones al menos una semana al año. Además, el 6% de los hogares no puede permitirse una comida de carne, pescado o pollo cada dos días, un indicador que “pone en duda el acceso a una alimentación digna”, apuntan desde la organización. La secretaria general, Rosa Mantecón, ha lamentado que “la pobreza ya no afecta únicamente a los desempleados, sino que se extiende entre los trabajadores con empleo”, aludiendo al fenómeno de la pobreza laboral como “una de las caras más duras del mercado de trabajo”.
La tasa de riesgo de pobreza en Cantabria se sitúa en el 17,3%, un porcentaje que ha crecido en los últimos años, a diferencia de la media nacional, que muestra una tendencia a la baja. Mantecón atribuye esta evolución al encarecimiento del coste de la vida, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y el aumento de los beneficios empresariales: “Los precios suben mucho más rápido que los sueldos, y eso está empobreciendo a la clase trabajadora”. Pese a ello, la renta media por hogar en Cantabria —35.149 euros— sigue por debajo de la estatal, y muy lejos de las cifras que registran comunidades como Madrid, el País Vasco o Navarra.
“Trabajar debe permitir vivir con dignidad”, ha reivindicado la dirigente sindical, quien ha defendido la negociación colectiva como herramienta clave para mejorar las condiciones de vida y garantizar derechos básicos como la vivienda, la energía o la alimentación. CCOO ha insistido en la necesidad de subir los salarios y aumentar el SMI como prioridad “para reducir la desigualdad y asegurar que nadie quede atrás”. El sindicato reafirma así su compromiso con la justicia social y la lucha contra la pobreza, reclamando que “la erradicación de la pobreza no sea solo un lema del 17 de octubre, sino un compromiso político y social permanente”.