El equipo de Gobierno de Santander, liderado por el Partido Popular, ha presentado el borrador de la futura ordenanza de terrazas, que incluye novedades importantes para la regulación del espacio público ocupado por los establecimientos hosteleros. Entre las propuestas más destacadas se encuentra la limitación del horario de cierre de las terrazas a las 00:30 horas todos los días, manteniendo una ampliación hasta las 2:30 durante la Semana Grande. Además, se establecerán delimitaciones físicas mediante la colocación de ‘tachuelas’ incrustadas en el pavimento para marcar claramente la superficie autorizada, facilitando el control policial y evitando ocupaciones indebidas.
El texto, que sustituirá a la vigente ordenanza de 2013 y entrará en un periodo de consulta pública de diez días, también incluye medidas para mejorar la limpieza —como la obligación de colocar una papelera cada diez mesas y recoger diariamente el mobiliario, que deberá ser apilable— y reforzar la accesibilidad, exigiendo una mesa adaptada por cada seis y respetando los viales, pasos y accesos peatonales. Prohíbe la instalación de barras o mostradores en la vía pública salvo en el barrio Pesquero y limita la superficie exterior que puede ocupar un negocio hostalero a un máximo del 50% del negocio vecino, si se cuenta con autorización. De igual forma, se prohíben equipos de música y televisores con sonido, aunque se permiten pantallas sin audio y se autoriza la colocación de estufas y nebulizadores.
En términos de sanciones, la ordenanza establece un régimen escalonado con multas que van desde los 750 hasta los 3.000 euros, atendiendo a la gravedad de las infracciones. Estas van desde incidencias leves como la falta de limpieza o el deterioro del mobiliario, hasta faltas muy graves como superar el aforo autorizado en más del 21% o causar molestias graves a los vecinos. La alcaldesa, Gema Igual, señaló que el objetivo de esta propuesta es alcanzar un «punto medio» entre los intereses de la hostelería y la convivencia ciudadana, garantizando un uso ordenado y respetuoso del espacio público que es de todos los santanderinos.
El borrador, presentado junto al concejal de Turismo y Dinamización Social, Francisco Arias, ha iniciado ya el proceso paso a paso para su aprobación, que incluye la recepción de aportaciones de la ciudadanía, la revisión por parte de los grupos políticos, y finalmente su tramitación en Comisión y Pleno con vistas a ser aprobado a principios de 2026. La regidora animó a vecinos y comerciantes a participar activamente en la consulta pública para mejorar los detalles de la normativa y lograr un texto que favorezca tanto la dinamización económica como el descanso y bienestar de todos.
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Daniel Fernández, criticó la forma en que se ha presentado la iniciativa, tachándola de falta de respeto institucional por anunciar decisiones de esta relevancia sin debatir previamente en el Pleno ni con los grupos municipales. Fernández denunció que el Gobierno local actúa con «mayoría absoluta y rodillo», y acusó a la alcaldesa de preferir titulares en los medios en lugar de consensuar propuestas y diseñar un proyecto que cuente con un respaldo amplio. El portavoz socialista advirtió también que analizarán detenidamente el borrador para presentar enmiendas que puedan equilibrar los intereses económicos y sociales implicados, recordando además que el PSOE ya propuso un Plan de Acción contra el Ruido que aún no se ha aplicado.
En definitiva, la futura ordenanza municipal de terrazas en Santander busca introducir cambios significativos para actualizar un marco normativo necesario, adaptándolo a la evolución del sector y a las demandas de vecinos y visitantes, pero su tramitación deberá lidiar con la polémica política local y la alta expectativa de participación ciudadana que se ha generado.