La futura planta de hidrógeno verde diseñada por RIC Energy para los terrenos de Sniace en Torrelavega va tomando forma tras confirmar la empresa y el Gobierno de Cantabria el calendario aproximado para su desarrollo. Según las previsiones presentadas en el Parlamento por el consejero de Industria, Eduardo Arasti, se espera que las obras de esta instalación pionera comiencen en 2027, tras una primera etapa de planificación y autorizaciones que se desarrollará durante tres años, para alcanzar la fase de explotación a partir de marzo de 2030.
Durante la sesión plenaria, Eduardo Arasti respondió a las dudas planteadas por el PSOE sobre la viabilidad y el avance real del proyecto, recalcando la solvencia de los promotores y recordando que la compañía ya ha invertido diez millones de euros entre la compra del terreno y los primeros trámites administrativos, una cifra que, a juicio del consejero, avala la seriedad de la iniciativa. La construcción de la planta supondría una inversión superior a los 700 millones de euros y permitiría producir hasta 60.000 toneladas anuales de combustibles sostenibles para aviación (e-SAF), posicionando a Torrelavega en el mapa de las nuevas tecnologías energéticas y de la descarbonización industrial.
Arasti detalló que el proyecto está actualmente en proceso de tramitación para ser declarado “estratégico”, según la Ley de Simplificación Administrativa, y que se encuentra en fase de consultas, con la previsión de obtener esa denominación en unos tres meses. No obstante, el responsable de Industria reconoció la complejidad técnica, logística y ambiental del plan, subrayando que la restauración ecológica de los suelos de Sniace es imprescindible antes de iniciar cualquier actividad industrial; “no se puede avanzar en nuevas licencias sin culminar previamente la recuperación ambiental del recinto”, advirtió.
En este sentido, el consejero insistió en la necesidad de avanzar de forma coordinada con la empresa y los organismos implicados, recalcando la importancia de cumplir escrupulosamente todos los requisitos legales y medioambientales para garantizar la viabilidad y la sostenibilidad futura de la planta. “Debemos confiar en los promotores: han adquirido los terrenos y han desembolsado cantidades significativas, ya hay compromisos reales”, defendió Arasti ante las críticas por la lentitud y las incertidumbres del proceso.
Por otro lado, la sesión del Parlamento abordó también el panorama de los proyectos eólicos previstos en Cantabria, con especial foco en el controvertido parque Briesa, objeto de más de 5.000 alegaciones presentadas por colectivos ciudadanos y plataformas como Son Gigantes. El consejero del área respondió a la interpelación del PRC asegurando que el Gobierno sólo dará luz verde a aquellas instalaciones que cumplan rigurosamente la legislación en materia ambiental, biodiversidad y protección patrimonial, dejando claro que el Ejecutivo no apoyará proyectos que no superen todos los filtros legales necesarios.
Arasti explicó que la tramitación de parques eólicos aún está en fases iniciales, muchos de ellos en anteproyecto, por lo que podrían modificarse sus condiciones antes de ser autorizados. Matizó que aunque actualmente hay solicitudes para instalar casi 1.000 megavatios de potencia eólica, la normativa de la comunidad sólo permite cubrir algo más de 250 megavatios, lo que implica que una mayoría de proyectos no se llevará finalmente a efecto. El objetivo –destacó– es priorizar solo aquellos parques eólicos que aporten el mayor rendimiento y menor impacto ambiental posible.
En conjunto, la planta de hidrógeno verde y los desarrollos eólicos representan dos de los grandes desafíos tecnológicos y ambientales de la comunidad para los próximos años, apuestas por la innovación que exigen cumplir todos los estándares legales y medioambientales, así como una estrecha colaboración entre empresa, administración y ciudadanía para garantizar un modelo energético sostenible y seguro. El futuro de Sniace y de la industria cántabra está estrechamente ligado a la capacidad de combinar renovación, responsabilidad y ambición en la gestión y puesta en marcha de estos proyectos.