La Plataforma Son Gigantes, junto al grupo vecinal No Subestación Arenal de Penagos, ha cosechado en apenas un mes un total de 5.108 alegaciones contra el controvertido proyecto de parque eólico Briesa, un dato que, a juicio de los colectivos, muestra el rechazo social masivo frente a la industrialización energética de los Valles Pasiegos. A este volumen de alegaciones se sumarán además las presentadas por otros colectivos de la comarca, ampliando la presión contra un plan que prevé instalar 19 aerogeneradores de 170 metros en la provincia de Burgos y extender su red eléctrica más de 40 kilómetros hasta Cantabria.
El número de alegaciones recogidas solo en el área de El Arenal supera las 3.000, resultado de un intenso trabajo vecinal que es señalado como el segundo gran logro ciudadano de la Plataforma, después de la movilización contra el polígono de Benavieja. El pasado 28 de septiembre, más de 500 personas protagonizaron una cadena humana en los prados de El Arenal para expresar con claridad su oposición a la subestación de Saguales, parte clave del corredor energético que planea unir Burgos con la costa cántabra con un impacto significativo en siete municipios cántabros.
Los colectivos han enfatizado que el rechazo no tiene motivaciones ideológicas, sino que se fundamenta en el principio jurídico del interés superior del menor, priorizando la protección, salud y bienestar de la infancia tal como establece la Convención sobre los Derechos del Niño y la legislación española. Esta idea es también el reflejo de una conciencia territorial que ha unido a alumnado, familias, vecinos, comercios, ayuntamientos y profesionales en una red de resistencia comunitaria para salvaguardar el paisaje, la biodiversidad y el modo de vida rural que constituye la identidad y el futuro de la comarca.
La Plataforma ha alertado además de la existencia de otros proyectos eólicos como Las Américas 3 y Las Américas 16, que se encuentran en fase de información pública y sumarían un impacto significativo en zonas de alto valor ambiental y paisajístico, incluyendo el monte Caballar y el puerto de La Braguía. Ambos proyectos comparten infraestructuras con Briesa, acumulando así un efecto territorial acumulativo alarmante, especialmente en la zona de Penagos, donde se construirá una subestación crucial para el corredor eléctrico que incluye el Centro de Datos del Proyecto Altamira.
Por último, los opositores han denunciado prácticas de fragmentación intencionada para evitar la transferencia de competencias al Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), pactando potencias justo por debajo del umbral legal de 50 MW. Esta estrategia, según la Plataforma, contradice el propósito de la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental, que busca prevenir la suma de impactos menores que en conjunto transforman radicalmente y con carácter irreversible un territorio.
El mensaje final de la Plataforma Son Gigantes es contundente: “Los Valles Pasiegos no son territorio de paso para la energía de empresas privadas”, y abogan por una transición energética justa, respetuosa con los territorios y las comunidades que los habitan, promoviendo una planificación con ámbito territorial y respetando el derecho local a decidir.














