Una operación conjunta entre la Guardia Civil del País Vasco y Cantabria, junto con la Policía Nacional, ha logrado la desarticulación de una red criminal dedicada al tráfico de cocaína en ambas comunidades, en el marco de la denominada Operación Buciero-Anchoa. La investigación se inició tras la detención a finales del pasado año de un vecino de Asturias en un control rutinario en el peaje de Arrigorriaga en Bizkaia, donde fueron incautados 58 kilos de cocaína ocultos en el doble fondo de un vehículo. Los agentes siguieron el rastro del transporte, identificando a un vehículo lanzadera y centrando la investigación en su conductor.
Gracias a la coordinación entre los distintos cuerpos policiales, la investigación se amplió con la colaboración del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional en Burgos, que ya investigaba a uno de los miembros de la organización. En agosto se concretaron dos arrestos más vinculados al transporte de cocaína. En total, la operación se saldó con la detención de tres personas, que han ingresado en prisión, la incautación de 60 kilos de droga valorados en más de un millón y medio de euros, la intervención de vehículos con sofisticados mecanismos de ocultación de la droga, además de siete terminales móviles y 3.400 euros en efectivo. La Guardia Civil ha informado que el juzgado de guardia de Santoña ha ordenado la prisión provisional para uno de los arrestados, concluyendo así una investigación que ha resultado clave para frenar el narcotráfico en la zona.