Este miércoles, 1 de octubre, el Ayuntamiento de Santander comenzará las obras de demolición de los números 9 y 13 de la calle Alta, una actuación adjudicada a la empresa Palomera Obras y Proyectos SL con un presupuesto cercano a los 253.000 euros y un plazo estimado de ejecución de tres meses. La alcaldesa Gema Igual ha señalado que esta intervención es un paso decisivo dentro del plan estratégico acordado en la Comisión Mixta del Cabildo de Arriba y forma parte de una apuesta conjunta entre la administración local y regional para reactivar un barrio que llevaba años sufriendo deterioro y abandono.
La iniciativa se enmarca dentro de un proyecto más amplio y ambicioso que incluye la construcción de viviendas protegidas para alquiler asequible, gestionadas por la empresa pública regional Gesvican, en el espacio que quedará tras el derribo, conjuntamente con el solar del número 11 que ya fue demolido anteriormente. La alcaldesa quiso recordar el compromiso del Ayuntamiento con la mejora de la calidad de vida de los vecinos de la zona, subrayando la inversión realizada para adquirir la mayoría de las viviendas afectadas, por un importe superior a los 500.000 euros, con el objetivo de gestionar directamente el proceso y evitar especulaciones inmobiliarias.
En cuanto a los trabajos previstos, la actuación comenzará con la instalación de vallado y andamios de protección que ocuparán parte de la acera y la calzada, cerrando el acceso al público para garantizar la seguridad. Los muebles y enseres serán extraídos manualmente y se procederá al apuntalamiento de los puntos más vulnerables para evitar derrumbes parciales. La demolición propiamente dicha se llevará a cabo con cuidado extremo, desde el jueves, usando métodos manuales debido a la fragilidad de las medianeras y la proximidad de edificios habitados. Se utilizarán además dispositivos anticontaminación con polvo, y las fachadas medianeras se consolidarán con estructura metálica y aislamiento térmico.
Tras el derribo, se finalizará el acondicionamiento del terreno, incluyendo la ejecución de una solera con pendiente para la evacuación del agua, y el cierre del perímetro con malla perimetral. Los edificios números 9 y 13 fueron declarados en ruina económica tras varios años de abandono y se otorgaron plazos a los propietarios para demolerlos, que no fueron cumplidos. Por ello, el Ayuntamiento procederá de forma subsidiaria, conforme a la legislación autonómica vigente, y se encargará del acondicionamiento de las parcelas libres de escombros.
Además, la alcaldesa destacó otras intervenciones en la zona con el objetivo de regenerar urbanísticamente el barrio del Cabildo, como la instalación del ascensor en el Pasaje de Peña, la promoción de 66 viviendas de protección oficial en Tabacalera, la mejora en la plaza Juan José Ruano y el reforzamiento de servicios municipales como el Espacio Joven. La gestión municipal apuesta por consolidar esta área como un espacio emblemático, mejorando la habitabilidad y fomentando la inclusión social, constituyendo un ejemplo de trabajo conjunto entre administraciones para dinamizar y revitalizar un entorno urbano histórico de Santander.