La Comisión de Recursos Naturales (NAT) del Comité Europeo de las Regiones (CdR) dio luz verde este martes de forma unánime al dictamen elaborado por Cantabria sobre la Estrategia para la preparación de la Unión Europea frente a las crecientes amenazas y crisis emergentes. Este documento fija una posición clara a favor de reforzar la preparación civil y militar europea para responder con eficacia a riesgos complejos y transfronterizos como conflictos geopolíticos, ataques híbridos y cibernéticos, manipulación informativa, así como el cambio climático y los desastres naturales que cada vez golpean con mayor virulencia.
La consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa de Cantabria, Isabel Urrutia, fue la ponente encargada de presentar este proyecto, que contó con 39 enmiendas, la mayoría incluidas en el texto definitivo. Desde la región se impulsó una estrategia que amplía el protagonismo de los entes locales y regionales como actores esenciales en todas las fases —anticipación, prevención, respuesta y reparación—, reclamando además mecanismos vinculantes que integren a administraciones, sociedad civil y sector privado, asignando a cada uno derechos y obligaciones claras. Asimismo, se establecen propuestas para la creación de un mapa europeo de riesgos por regiones, la ampliación del Mecanismo de Protección Civil y la mejora sustancial de las comunicaciones mediante una red común en todos los niveles de gobierno, junto a la formación continuada de profesionales en gestión de crisis.
Urrutia destacó la relevancia de partir de la conciencia ciudadana en todos los niveles políticos y sociales, y la necesidad de que los protocolos contemplen “todas las emergencias y no sean meras declaraciones de intenciones”. La elaboración del dictamen contó con un proceso participativo exhaustivo que involucró a numerosas instituciones y actores de la sociedad cántabra, así como con colaboración directa de la Comisión Europea y la Oficina Europea de la Cruz Roja, reflejando un amplio ejercicio de diálogo para enriquecer las propuestas y asegurar su eficacia real frente a futuros desafíos.
En el texto, Cantabria advierte que una Europa verdaderamente preparada solo podrá alcanzarse con el respaldo firme de sus regiones y municipios, subrayando la urgente necesidad de reforzar sus capacidades estructurales y operativas. El dictamen critica que la estrategia actual no contempla suficiente la fase de reparación posterior a la emergencia, lo que limita la resiliencia. A modo de ejemplo, señala catástrofes recientes en Italia, Alemania y España, donde la llegada de recursos tardíos y escasos ha obstaculizado la recuperación social y económica. Por ello, reclama la creación de instrumentos políticos específicos que faciliten la movilización inmediata de recursos para cualquier contingencia.
Entre las recomendaciones más destacadas figura la creación de una Escuela Europea de Riesgos y Crisis que ofrezca formación especializada para responsables políticos y técnicos, así como el establecimiento de una red europea de regiones que hayan sufrido catástrofes para compartir experiencias y poner en común medidas de prevención, respuesta y reparación. El dictamen también insiste en superar la lentitud e insuficiencia financiera de las políticas aprobadas hasta la fecha y pide evaluar la legislación vigente y adoptar nuevas medidas ambiciosas en este campo.
En materia de innovación, se propone que el mapa europeo de riesgos se elabore por regiones, empleando tecnologías punteras como la inteligencia artificial, y que también se cree un mapa de discapacidad para identificar y coordinar la atención específica a personas vulnerables durante emergencias. Además, se destaca la importancia de contar con medios de comunicación integrados y coordinados con las autoridades para ofrecer información clara, veraz y accesible a la población, y para movilizar respuestas rápidas frente a amenazas digitales y ciberataques.
El dictamen reconoce igualmente la participación imprescindible del sector privado y propone acciones conjuntas público-privadas adaptadas a escala local que luego se extiendan a niveles superiores. Se contemplan mecanismos de contratación pública flexibles y ágiles para responder a necesidades críticas y protocolos para establecer voluntariados empresariales y colaboraciones profesionales en situaciones de crisis.
Finalmente, el Gobierno de Cantabria defiende en el documento una coordinación efectiva y colaborativa entre los cuerpos de seguridad civil y militar de los diferentes niveles territoriales, desde la prevención hasta la actuación integrada, para garantizar una defensa integral frente a riesgos de diversa índole.
Tras la aprobación unánime en la Comisión NAT, el dictamen se debatirá y aprobará en la sesión plenaria del Comité de las Regiones prevista para diciembre. Posteriormente será remitido a la Comisión Europea y publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, donde quedará formalmente establecido como instrumento político de referencia para la preparación y resiliencia de la UE ante las crisis del futuro.