El consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media, inauguró este martes la restauración ecológica y recuperación de suelos agrarios llevada a cabo en el monte La Picota, en Piélagos, una intervención desarrollada durante los últimos nueve meses con una inversión de 311.741 euros.
Los trabajos se han centrado en un entorno de alto valor ambiental y paisajístico que atrae cada año a miles de visitantes. Según explicó el Gobierno, la actuación ha abarcado más de 44 hectáreas e incluye la recuperación de la vegetación autóctona mediante la plantación de cerca de 9.500 ejemplares de especies propias, entre ellas encinas y fresno atlántico. Con esta reforestación, se estima que en los próximos 40 años se absorberán casi 2.000 toneladas de carbono, contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático.
La intervención también ha incorporado medidas para reforzar la conservación de especies ya existentes, con tratamientos de regeneración de masas arboladas, y la creación de refugios para la fauna a través de desbroces selectivos en pastizales. De esta manera, se ha favorecido la instalación de diferentes aves que encuentran en estas zonas un hábitat adecuado.
Otro de los objetivos del proyecto ha sido reducir el riesgo de incendios forestales, para lo que se han habilitado áreas de baja combustibilidad en torno a sendas y caminos. Estos espacios actúan como cortafuegos naturales, limitando la propagación de posibles incendios en un paraje que combina uso público y valor ambiental.
Durante la visita, en la que también participaron el alcalde de Piélagos, Carlos Caramés, y el director general de Medio Ambiente, Alberto Quijano, el consejero agradeció la implicación del Ayuntamiento, clave para garantizar el “uso eficiente” de los fondos europeos destinados al proyecto. Caramés, por su parte, destacó que la recuperación de este enclave era “una prioridad” para el municipio, al ser un espacio cada vez más valorado tanto por vecinos como por visitantes.
La actuación en La Picota se enmarca en un programa más amplio de proyectos de restauración ambiental financiados con fondos europeos, con los que Cantabria ha logrado captar cerca de 12 millones de euros. Entre ellos figuran la recuperación de la biodiversidad de la cantera de Solvay en Cuchía (Miengo), con una inversión de 2,33 millones, o la restauración de los terrenos de la antigua mina de Reocín, entre Torrelavega y Cartes, dotada con 8,7 millones.
A estas iniciativas se suman los trabajos concluidos en mayo en la ladera del monte de Suances (428.776 euros) y la restauración hidrológico-forestal del monte La Sierra, entre Ramales y Ruesga, actualmente en fase final, con una inversión de 359.481 euros. Media defendió que todas estas actuaciones son ejemplo del compromiso del Ejecutivo regional con el “buen uso de los fondos europeos” y con la recuperación de espacios degradados que refuercen la biodiversidad y la seguridad ambiental.