CCOO y UGT de Cantabria se han concentrado este miércoles frente a la Delegación del Gobierno en Santander dentro de la jornada de movilizaciones convocada en todo el país contra el bloqueo a la futura ley que rebajaría la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales. Ambas organizaciones critican la decisión de PP, Vox y Junts de mantener vivas sus enmiendas a la totalidad, que se votan hoy en el Congreso de los Diputados, con el objetivo de tumbar el texto impulsado por el Ministerio de Trabajo.
Desde los sindicatos se insiste en que la norma supondría la primera reducción de jornada en más de cuatro décadas y tendría un impacto positivo directo en millones de trabajadores. La secretaria general de CCOO en Cantabria, Rosa Mantecón, ha subrayado que “las mujeres serían las grandes beneficiadas, porque son quienes concentran los empleos más precarizados y con jornadas más largas”. Además, ha interpelado a los diputados cántabros de PP y Vox —Félix de las Cuevas, Javier Noriega y Emilio del Valle— para que aclaren si votarán a favor de los derechos laborales o “si volverán a dar la espalda a la gente trabajadora de Cantabria”.
En la misma línea, el secretario general de UGT en la región, Mariano Carmona, ha calificado la posición de los tres partidos de “ataque directo a la clase trabajadora” y ha recordado que otros avances, como la subida del Salario Mínimo o la reforma laboral, también salieron adelante sin el respaldo de la patronal. “El tiempo ha demostrado que ni se hundió la economía ni cayó la productividad, todo lo contrario. Decir que trabajar menos horas perjudica a las empresas es un absurdo, porque las más productivas del mundo son precisamente las que tienen las jornadas más cortas”, ha señalado.
Mantecón ha acusado a PP y Vox de actuar “al dictado de las patronales, muy interesadas en que no se controle la jornada laboral” y ha recordado que la productividad ha crecido en las últimas décadas gracias a la digitalización y la tecnología, mientras la jornada máxima sigue congelada desde hace 40 años. Carmona, por su parte, ha puesto el foco en el fraude de las horas extraordinarias no remuneradas: “En Cantabria cada mes se hacen más de 100.000 horas extra sin pagar. Este es el verdadero fondo de la discusión: el control horario y la necesidad de que no haya trabajadores invisibles que sostengan los beneficios empresariales con su esfuerzo gratuito”.
Ambos dirigentes han advertido de que frenar la ley supondría retrasar también medidas asociadas como la desconexión digital, el control horario telemático y el refuerzo del marco de negociación colectiva. “Es el Congreso de los Diputados el que debe garantizar avances legales en favor de los trabajadores, no bloquearlos”, han concluido.