La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha remitido un contundente mensaje al Ministerio de Transportes: la región “no se va a conformar” con una versión recortada del tren de altas prestaciones Santander-Bilbao, tras conocerse que el Gobierno central priorizaría solo el tramo hasta Castro Urdiales o una mera prolongación del metro vizcaíno.
Buruaga mostró su incredulidad ante las informaciones publicadas este martes y afirmó “querer pensar que no son verdad”, aunque acto seguido añadió que “con los antecedentes y el cuajo de Pedro Sánchez todo es posible”. La mandataria regional intentó sin éxito hablar de manera urgente con el ministro Óscar Puente para obtener explicaciones, aunque confía en poder hacerlo a lo largo del día.
De confirmarse la noticia, Buruaga no dudó en calificarlo de “engaño monumental” a los cántabros y una burla “más” hacia la región. “No es el primero, llueve sobre mojado”, recalcó en alusión a otros incumplimientos previos.
La presidenta recordó que, tan solo el lunes, el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, reiteró en Santander el compromiso con la redacción del estudio de viabilidad por tramos del tren completo. Un proyecto estructurado en tres fases: Bilbao-Castro Urdiales, Castro Urdiales-Laredo y Laredo-Santander.
Para Buruaga, dar ahora prioridad al primer tramo evidenciaría que “las conclusiones ya están cocinadas y las decisiones tomadas” antes incluso de realizar los estudios, lo que interpreta como una “maniobra dilatoria” para no ejecutar la obra.
La conexión ferroviaria, defendió, es mucho más que una infraestructura: es la salida natural de Cantabria hacia el País Vasco, el Valle del Ebro y Europa, con un tráfico mixto de mercancías y viajeros crucial para el puerto de Santander y el tejido productivo regional. “Esto es una cuestión de justicia, de igualdad de oportunidades y de cohesión territorial. Es innegociable”, sentenció.
Buruaga hizo un llamamiento a la unidad de todas las fuerzas políticas cántabras, pues se trata de un proyecto “que nos jugamos el futuro de nuestra tierra”. Anunció que, además de sus gestiones con el Ministerio, el consejero de Fomento contactará con el secretario de Estado y no descartó convocar la Mesa del Ferrocarril para articular una respuesta contundente.
Sus declaraciones se produjeron tras la firma de un protocolo de colaboración con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en un acto en el que la reivindicación ferroviaria cobró protagonismo central.