El Bathco BM Torrelavega regresa de Noruega con una montaña por escalar en Europa. Los de Jacobo Cuétara encajaron un severo 38-28 frente al Elverum Handball en la ida de la ronda previa de la EHF European League, en un partido dominado de principio a fin por el conjunto escandinavo, que mostró un ritmo ofensivo imparable y una solidez defensiva que desarmó a los cántabros. Diez goles de diferencia que obligan al conjunto de Jacobo Cuétara a apelar a la épica en el Vicente Trueba el próximo sábado.
El comienzo ya fue un aviso de lo que vendría después. Apenas tres minutos de juego bastaron para que Elverum se adelantara 3-0, aprovechando además una exclusión tempranera de Álex Rubiño. Cuétara, consciente de que el partido podía escaparse demasiado pronto, pidió su primer tiempo muerto para calmar a los suyos. La reacción no se hizo esperar: Moyano forzó un penalti convertido por Javi Muñoz y Jakub Prokop afinó la puntería para mantener con vida a los torrelaveguenses. El empate a 4 devolvió la esperanza y por momentos el encuentro entró en un intercambio de golpes vibrante, con goles de Isidoro Martínez y las primeras intervenciones de Tercariol.
Sin embargo, lo que parecía equilibrio era solo un espejismo. La maquinaria ofensiva de los noruegos empezó a carburar con precisión quirúrgica. Toft, auténtico martillo en primera línea, y Lukacs, incontenible en el lanzamiento exterior, aprovecharon cada resquicio de la defensa cántabra. Un parcial demoledor mediado el primer tiempo colocó un 12-8 que obligó a otro tiempo muerto de Cuétara. Pero ya era demasiado tarde: Frisk, el guardameta local, frustraba cada intento de reacción, y Mathe castigaba a la contra. El descanso llegó con un 23-16 que reflejaba las dificultades del Bathco para frenar a un rival en estado de gracia.
La segunda parte no trajo el milagro que los naranjas necesitaban. El equipo salió con más intensidad atrás, pero una exclusión de Cangiani rompió de nuevo la dinámica. Gulliksen amplió la ventaja hasta los nueve tantos en el minuto 40, y a partir de ahí el choque entró en una fase de control absoluto de Elverum. Cada ataque noruego encontraba el camino al gol con sorprendente facilidad, mientras que los cántabros chocaban una y otra vez contra un Frisk inspirado.
Cuétara trató de rotar, de agitar el banquillo, de dar entrada a hombres frescos, pero nada parecía surtir efecto. La renta, lejos de reducirse, se mantenía estable. Elverum jugaba con la tranquilidad del que sabe que tiene el partido en sus manos. Con el marcador ya en 34-24, a diez minutos del final, la sensación era de que la eliminatoria se escapaba inexorablemente. El 38-28 final puso el broche a una noche difícil, dejando a Torrelavega ante una misión casi imposible.
El próximo sábado, a las 19:30, el Vicente Trueba dictará sentencia. El calor de su afición, que tantas veces ha sido decisivo, será el último recurso de un Bathco que deberá aferrarse a la épica, al orgullo y al carácter para intentar remontar una diferencia que, sobre el papel, parece insalvable. Pero en balonmano, y más en Europa, las gestas imposibles a veces encuentran un resquicio.
Ficha técnica
- Elverum Handball: Frisk, Oien; Matic (2), Sogaard, Solheim, Porisson (1), Toft (8), Starck (1), Gjerdalen (2), Solost, Mathe (7), Jakobsen (1), Lukacs (7), Heldal (1), Gulliksen (6), Berg (2).
- Bathco BM Torrelavega: Calle, Tercariol; Moyano (1), Silva, Gómez, Rubiño (3), Muñoz (3), Juanjo Fernández (1), Prokop (6), Lombilla, Martínez (6), Aja (3), Cangiani, Jurkovic (3), Ángel Fernández (1), Colunga (1).
- Parciales: 4-2, 7-7, 11-8, 15-10, 19-14, 23-16 (descanso); 24-18, 27-19, 30-20, 34-24, 35-26, 38-28 (final).