La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) mantiene a día de hoy 6.000 camiones cargados con suministros básicos parados en los accesos a Gaza, una ayuda que, según sus cálculos, permitiría alimentar a la población de la franja durante al menos dos meses. Así lo ha advertido su director general, Philippe Lazzarini, en una comparecencia ante los medios en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, donde participa en el curso Quo Vadis Europa.
Lazzarini ha reclamado la necesidad de un alto el fuego inmediato y la apertura de los corredores humanitarios “sin restricciones” para hacer frente a lo que ha calificado como una auténtica “situación de hambruna” entre la población gazatí. A su juicio, no se trata de una catástrofe derivada de la falta de recursos, sino de una crisis “provocada por el hombre”, resultado de una estrategia “política y militar” que impide el acceso de la ayuda.
El responsable de la UNRWA ha recordado que desde el pasado 2 de marzo, cuando se rompió la última tregua, su organización no ha podido introducir ni un solo convoy en la franja, lo que ha agravado la emergencia humanitaria. En este sentido, ha reprochado a la comunidad internacional su pasividad ante la situación y la ausencia de medidas concretas para revertirla.
“Estamos asistiendo a violaciones sistemáticas de los derechos humanos y a una impunidad total”, denunció, al tiempo que criticó que Israel no esté asumiendo ningún tipo de coste político, diplomático ni económico por las restricciones impuestas a la entrada de suministros.
Con un tono muy gráfico, Lazzarini describió Gaza como “un auténtico infierno”, donde la población “muere por los bombardeos, de hambre o incluso en el intento de conseguir comida”. Entre las víctimas, recordó, se cuentan ya más de 360 trabajadores humanitarios y sociales que han perdido la vida en el desempeño de sus funciones.
El director de la agencia de la ONU quiso también rendir homenaje a los periodistas palestinos que, pese a las amenazas y los riesgos personales, continúan informando sobre lo que ocurre en el terreno. Por ello, hizo un llamamiento expreso a los medios de comunicación internacionales para que mantengan el foco en la franja y den voz a quienes sufren las consecuencias del conflicto.