El Sindicato Unitario de Cantabria ha lanzado una dura crítica contra la gestión del operativo de incendios forestales del Gobierno regional, al que acusa de falta de coordinación y de enviar recursos insuficientes a los últimos focos registrados en la comunidad y en territorios limítrofes como Palencia y León.
Según ha explicado Sergio García, bombero forestal y representante sindical, mientras varios incendios amenazaban con propagarse a montes cántabros, la Dirección General de Montes movilizó únicamente cuadrillas reducidas —algunas de apenas cuatro componentes— y llegó incluso a solicitar “voluntarios” entre trabajadores en periodo de descanso, vacaciones o permisos, en lugar de activar a todas las cuadrillas disponibles. “No se cubren bajas ni vacaciones y hay brigadas que acuden incompletas a los incendios”, ha reprochado.
Los representantes de los trabajadores también cuestionan la falta de formación específica en un operativo que, según recuerdan, debería estar preparado para hacer frente a incendios de gran complejidad, como los de sexta generación o los que afectan a la interfaz urbano-forestal. “Hay compañeros con tres décadas de experiencia que apenas han recibido un curso de diez horas al incorporarse”, ha señalado García, que advierte de que esta situación les deja “desamparados”.
Otra de las quejas recurrentes es la ausencia de condiciones adecuadas durante los retenes. El sindicato ha solicitado a la Consejería que permita a los encargados elegir puntos de sombra para evitar que las cuadrillas permanezcan hasta doce horas en vehículos bajo altas temperaturas, con el riesgo añadido de la exposición al humo y partículas tóxicas.
A estas carencias se suma, según los trabajadores, la firma de un convenio con la empresa Tragsa para realizar labores de prevención, mientras —denuncian— se siguen sin cubrir plazas vacantes en el propio operativo regional. “Da la sensación de que lo que se busca es debilitar el servicio público para avanzar hacia su privatización”, lamentan desde el Sindicato Unitario.
Pese a recordar que Cantabria cuenta con un operativo capaz de actuar los 365 días del año, los bomberos forestales insisten en que la falta de coordinación entre técnicos y mandos intermedios está restando eficacia al dispositivo, lo que ha derivado en que “se pierdan cientos de hectáreas de monte” en los últimos incendios.