El Ayuntamiento de Astillero ha decidido dar un paso al frente para poner sobre la mesa un problema que desde hace años condiciona la vida cotidiana de sus vecinos: el ruido constante generado por la autovía S-10 a su paso por el municipio.
El tráfico, que supera los 80.000 vehículos cada día, provoca un impacto acústico que ha vuelto a quedar constatado en un estudio encargado por el propio Consistorio. El informe, recientemente finalizado, concluye que la exposición prolongada al ruido excede con creces los niveles recomendados y repercute de manera directa en la salud y la calidad de vida de la población.
El alcalde ha subrayado que los residentes llevan demasiado tiempo soportando esta situación mientras, según ha criticado, otras administraciones “han mirado hacia otro lado”. En este sentido, ha asegurado que el Ayuntamiento ha cumplido con su parte y que ahora corresponde a quienes tienen la competencia directa “dar un paso definitivo y adoptar soluciones eficaces”.
Entre las medidas reclamadas, el Consistorio insiste en la necesidad de instalar pantallas acústicas u otras alternativas que reduzcan de forma real y urgente el impacto del tráfico. “No vamos a dejar de pelear hasta conseguirlo. Los vecinos no pueden esperar más”, ha recalcado el regidor.
Con este movimiento, el Ayuntamiento pretende que el problema del ruido de la autovía deje de ser ignorado y se aborde de manera coordinada entre administraciones, garantizando así el derecho de la ciudadanía de Astillero a vivir en un entorno saludable y libre de contaminación acústica.