El Gobierno de Cantabria ha iniciado el trámite para declarar las Marismas de Astillero como Área Natural de Especial Interés (ANEI), un paso clave para ampliar la red de espacios protegidos de la región. La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación ha abierto hoy un período de audiencia e información pública de un mes, tal como avanzó la consejera María Jesús Susinos, quien destacó la importancia de este enclave natural para «el patrimonio medioambiental y la biodiversidad de Cantabria».
Un proceso participativo para proteger la biodiversidad
El proyecto, que actualiza la primera consulta pública realizada en agosto de 2018, permitirá a ciudadanos y organizaciones presentar alegaciones antes de su aprobación definitiva. El texto completo del decreto estará disponible para su consulta en la Dirección General de Montes y Biodiversidad (PCTCAN) y en el Portal de Transparencia del Gobierno regional.
Las Marismas de Astillero constituyen un humedal costero de 64 hectáreas que alberga un ecosistema único, con más de 160 especies de aves -especialmente acuáticas y migratorias-, además de una rica diversidad de flora y fauna. El espacio cuenta con infraestructuras para el ecoturismo, incluyendo 20 km de senderos, cuatro observatorios ornitológicos y áreas interpretativas que reciben miles de visitantes anuales.
Cómo participar en el proceso
Los interesados podrán presentar sus alegaciones:
- Presencialmente en los registros oficiales
- A través del Portal de Transparencia (participacion.cantabria.es)
- Por correo electrónico a la Dirección General de Montes
Este trámite cumple con el compromiso del Gobierno regional de fomentar la participación ciudadana en la conservación del medio ambiente. La declaración como ANEI, solicitada por el Ayuntamiento de Astillero desde 2017, otorgaría a este espacio una protección especial compatible con su uso sostenible, reforzando su papel como pulmón verde de la Bahía de Santander.
Un enclave estratégico para la biodiversidad
Expertos destacan que las Marismas de Astillero representan uno de los últimos refugios de aves limícolas en la región, con especies como el zarapito real o la espátula común. Su protección formal permitiría acceder a fondos europeos para su conservación y consolidaría su red de infraestructuras ecoturísticas, actualmente mantenidas por voluntarios y el centro de educación ambiental ‘Los Viveros’.