Torrelavega ha renovado este jueves una de sus tradiciones más arraigadas. El alcalde, Javier López Estrada, ha entregado el bastón de mando a la Virgen Grande, que ejercerá de manera simbólica como máxima autoridad de la ciudad durante el resto de las fiestas patronales, que se prolongarán hasta el domingo 17 de agosto.
El acto se celebró tras la misa en honor a la Patrona en la Iglesia de San José Obrero y la posterior procesión que recorrió las calles hasta la Iglesia de la Asunción. Fue en el regreso a su templo cuando, siguiendo el protocolo habitual, el regidor cedió el bastón a la imagen de la Virgen.
A la ceremonia asistieron miembros de la Corporación municipal, las consejeras de Presidencia e Inclusión Social, Isabel Urrutia y Begoña Gómez; diputados autonómicos; representantes de la Policía Nacional y Local; y miles de vecinos que llenaron el templo y se agolparon en las calles para acompañar el recorrido.
La eucaristía fue concelebrada por el obispo de Santander, Arturo Ros, junto a varios párrocos de la ciudad. A la salida, en la Plaza Baldomero Iglesias, la Virgen fue recibida por la Banda Municipal de Música y el Grupo de Danzas Virgen de las Nieves de Tanos, que interpretaron y bailaron en su honor antes de sumarse a la comitiva oficial.
En su llegada a la Iglesia de la Asunción, la imagen fue recibida por el párroco y numerosos feligreses. Desde un balcón, una joven interpretó el Ave María, y la procesión continuó hasta su templo original. Allí, el Coro Ronda Garcilaso le dedicó ‘Canciones de Torrelavega’ antes de que el alcalde realizara la entrega del bastón. El acto finalizó con vivas a la Virgen Grande y a la ciudad, en un ambiente de fervor y orgullo local.