El Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Ribamontán al Mar han remitido este martes una carta al delegado del Gobierno, Pedro Casares, exigiendo medidas «efectivas» para frenar las concentraciones masivas de jóvenes en El Puntal de Somo, un espacio natural protegido que sufre botellones, ruido y suciedad de forma recurrente.
Los firmantes —el consejero de Medio Ambiente, Roberto Media, la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Susinos, y el alcalde, Francisco Asón— denuncian que estas aglomeraciones, organizadas a través de redes sociales, están fuera de control y que el consistorio carece de medios para hacerles frente. «No tienen autorización municipal ni la tendrán nunca», subrayaron.
Rechazo a la seguridad privada y petición de un operativo como el de 2021
La carta critica la propuesta de la Delegación del Gobierno de contratar seguridad privada, ya que esta medida solo aplica a eventos autorizados. En su lugar, reclaman un dispositivo similar al desplegado en 2021 en Castro Urdiales y Noja, donde 91 agentes de la Guardia Civil disolvieron botellones masivos.
«La seguridad ciudadana es competencia de la Delegación, no podemos lavarnos las manos», insistió Media, quien recordó que El Puntal es una Zona de Especial Conservación (ZEC) dentro del Parque Natural de las Dunas de Liencres.
Impacto ambiental y social
Susinos alertó del daño ecológico que provocan estas fiestas en un entorno frágil, mientras Asón agradeció el apoyo del Ejecutivo regional pero advirtió: «Sin ayuda externa, no podemos resolverlo».
El escrito urge a Casares a actuar «de una vez por todas» para evitar que se repitan escenas como las del último fin de semana, cuando cientos de jóvenes colapsaron la zona.