El consejero de Fomento de Cantabria, Roberto Media, ha vuelto a reclamar al Ministerio de Transportes (MITMA) una mayor inversión para acelerar las obras del tercer carril en la A-67, cuya duración prevista de 60 meses generará, a su juicio, «problemas de tráfico prolongados e innecesarios».
Tras la reciente apertura de los nuevos ramales en el nudo de Torrelavega, los atascos se han trasladado a la zona de Polanco, un anticipo de lo que, según Media, será una situación «insostenible» durante los próximos años. «Si hubiera más financiación, los plazos podrían acortarse y los ciudadanos sufrirían menos», insistió.
El consejero reconoció que la Demarcación de Carreteras del Estado está actuando con «diligencia», pero criticó que la lentitud de las obras responda a «limitaciones presupuestarias». «No podemos ajustar los tiempos al dinero disponible; debería ser al revés», argumentó, en referencia a futuros cuellos de botella, como las obras en el Puente del Pas, donde el tráfico se reducirá a un solo carril.
Comparativa con el nudo de Torrelavega
Media recordó el retraso de tres años en la remodelación del nudo de Torrelavega —inaugurado la semana pasada con la presencia del ministro Óscar Puente— y pidió evitar un escenario similar: «No queremos que esta mejora llegue tarde otra vez». Aun así, confió en que, una vez finalizada, la A-67, «la vía más transitada de Cantabria», ganará fluidez.
Avances en la variante de Sarón
En un tono más positivo, el consejero avanzó que la variante de Sarón —cuyas obras comenzaron en abril de 2024— podría estar lista antes de finales de 2026, plazo inicial previsto. «Van muy bien, pero las obras son imprevisibles», matizó. Este proyecto, clave para la comarca pasiega, reducirá congestiones y mejorará la conectividad regional.
Mientras, la polémica por la A-67 sigue abierta: el Gobierno regional (PP) insiste en que el MITMA debe «priorizar» fondos, mientras los conductores se preparan para años de retenciones.